Imagen de Nuestra Señora de Codés

Título: Compendio histórico de las milagrosas imágenes de María en los más célebres santuarios de España
Autor: Juan de Villafañe
Publicación: Madrid, 1740
Fuente: Google books

Ermita de Cuevas, por Navarro Villoslada

Título : La mujer de Navarra 
Autor: Francisco Navarro Villoslada
Fecha: 1917.
Puvlicación : Euskal-Erria : revista bascongada San Sebastián T. 76, p. 360-364, 391-396, 455-463 (KM)178876

Ventana gótica - s.XIV
Era yo casi niño todavía, cuando un hermosísimo día de otoño salí de Viana al amanecer, acompañando a un sacerdote que iba a decir misa en la ermita de Nuestra Señora de Cuevas, antiguo santuario, distante de la ciudad menos de media legua, y pintorescamente escondido entre los olmos de un riachuelo y los frutales de algunos huertos, al pie de suaves colinas, cubiertas de grama, tomillo, viñedos y olivares.
Celebrábase aquel día la fiesta de la Virgen, la romería de la ermita, y la gente de la comarca había de poblar más tarde templo y riberas, huertos, prados y colinas. Pero a la hora en que llegamos, la ermita estaba aún solitaria, cual de costumbre, y a excepción de la pequeña campana que el ermitaño hacía voltear con furia, nada indicaba la algazara y bizarría en que algunas horas después había de hervir aquel desierto.
Ayudé a misa al sacerdote, y vueltos él y yo a la sacristía, quitóse casulla y manípulo, y con alba y estola salió a la puerta que daba a la pradera, echando responsos y esparciendo agua bendita con el hisopo, como si bendijese los campos que delante de la fachada principal se extienden hasta el Ebro.
Concluída esta pía ceremonia, y después de haber dado gracias el celebrante, subimos juntos al cuarto del ermitaño, que nos tenía preparadas sendas jícaras de chocolate, orladas de pan y bizcochos, con agua en limpios vasos de cristal, y una bandeja de bolados.
Durante el desayuno pregunté al sacerdote por que había salido fuera del santuario a rezar responsos, a lo cual, con grave y sosegado acento, me respondió:
«Hace más de ocho siglos, esta que hoy ves humilde ermita, la mayor parte del año solitaria, era nada menos que iglesia parroquial de un pueblo de Navarra que ya no existe, y que entonces, tendido por estos collados y praderas, alegre y afanoso, cual si nunca hubiera de perecer, la circundaba. El atrio de la parroquia, según costumbre de aquellos tiempos, conservada aun en muchas aldeas de los Pirineos, servía de Camposanto. He salido, pues, a bendecir a los muertos en el mismo suelo en que yacían, y a dirigir por ellos preces al Dios de toda misericordia; porque es bueno que antes de que los vivos vengan a triscar y bailar sobre los pueblos que han pasado, haya alguien que se acuerde de las almas que sobreviven a los cuerpos, sepulcros y ciudades.»
Muchacho y todo como yo era, las palabras del sacerdote navarro debieron de hacerme honda impresión. Lo conocí después en las muchas veces que me he visto arrebatado en alas de la imaginación a semejante escena, deleitándome en reflexionar sobre ella.
Pensando en esto, he vuelto en diferentes épocas de mi vida al santuario de la Virgen de Cuevas. El edificio, aunque recompuesto, descubre en el ábside algunos trazos de la parte superior, vestigios de su primitiva arquitectura románica, que precedió a la mal llamada gótica; pero ya no conserva ningún otro indicio de su venerable antigüedad. Quizá al ser reconstruído ha cambiado hasta de titular; porque el templo, hoy dedicado al culto de Nuestra Señora, debió de ser primitivamente consagrado a San Andrés, apóstol. Del cementerio no ha quedado nada: ni lápidas, ni sepulcros, ni inscripciones, ni siquiera huesos. De la población, nada tampoco; ni siquiera ruinas. Las que se ven a cierta distancia pertenecen a un convento de Templarios, posterior al pueblo de San Andrés de Cuevas. De éste, ni una mala piedra que indique vivienda o monumento: sólo campos..... Ubi Troja fuit. En los libros apenas se hallará memoria de tan poco famoso lugar. Pero de este lugar olvidado, de este cementerio que ha desaparecido, de los huesos ya convertidos en polvo, que los vientos esparcen o las aguas arrastran al fondo de los mares, se acuerda todavía el sacerdote, y se acuerda, debemos decirlo, la ciudad que se engrandeció con los despojos de un lugar abandonado, el pueblo que heredó la iglesia del pueblo extinguido, y que la festeja por lo menos una vez al año, y tiene quien bendiga lo que fué cementerio, y al polvo a que han quedado reducidos los huesos de sus antepasados.
Porque yo lo he visto después: si entonces, como niño, me sorprendió la noticia de que en aquellos prados, huertos y alamedas se alzaba en siglos remotos una población, no hay persona medianamente ilustrada en la ciudad que ignore su existencia: de manera que de padresa hijos se va trasmitiendo y perpetuando la memoria de un hecho, que sólo repiten hoy los ecos de aquellos templos y campiñas.

El proyecto de la Compañía General de Tranvías de Navarra

Título: El proyecto de la Compañía General de Tranvías de Navarra
Autor: Carlos Idoate Ezquieta
Publicación: Cuadernos de Sección. Historia-Geografía, nº 4, ISBN: 84-86240-11-5198, Páginas: 147-236
Fuente: Euskomedia.org
Ficha
PDF
Estación de 2º orden - Fachada principal

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Top Viana, revista escolar

Título: Top Viana, revista escolar
Autor: I.E.S.O del Camino - C.P. Ricardo Campano
Fecha: Diciembre 2012
Técnica: Aguafuerte
Fuente: calameo.com
Formato: pdf-web

Pierre Labrouche, 1921

Título: Viana en Navarre
Autor: Pierre Labrouche
Año: 1921
Técnica: Aguafuerte
Fuente: Flickr
Viana en Navarre - 1921
Revista L´ILLUSTRATION nº 4.633 -19/12/1931 

Pierre Labrouche. Pintor y grabador nacido en Baiona (Laburdi) en 1876, fallecido en 1956.
Estudió en París, dedicándose desde muy joven a la técnica del grabado, sobresaliendo especialmente en el aguafuerte de colores. Trabajó durante mucho tiempo con Forain, colaborando en su obra grabada. En 1920 se ausentó de París para establecerse en Ziburu, donde realizó una buena colección pictórica, pintando con mucho acierto el puerto, los rincones pintorescos y las calles del pueblo laburdino. Asimismo ilustró un buen número de obras literarias famosas y realizó muchas obras con motivos de Navarra, Andalucía y Castilla, de gran belleza pictórica, reproduciendo también obras de Rembrandt y de Ignacio Zuloaga, y otros prestigiosos maestros, en aguafuerte, en colores. Celebró muchas exposiciones en Londres, París, Burdeos, Lyon, Nantes, Italia, Bélgica, etc. Fue director del Musée Bonnat de Baiona.

Título: Pierre Labrouche
Autor: Henry Marguery
Publicación: Gazette des Beaux-Arts - Janvier 1931 - Paris. Página 381
Fuente: Gallica

Inmatriculaciones de la Iglesia Católica en Viana

Inmatriculaciones de propiedades en Viana realizadas por el Arzobispado de Pamplona y Tudela, en el Registro de la Propiedad de Estella nº1, acogiéndose a los artículos 206 y 207 de la Ley Hipotecaria, a raíz de la supresión en 1998, por el Gobierno de Aznar, del artículo 5 del Reglamento Hipotecario que impedía el Iglesia Católica el registro de los lugares de culto.
  • 03/03/2001: Ermita Virgen de las Cuevas
  • 23/06/2005: Iglesia de Santa María 
Mas información

El brujo de Bargota: historia, leyenda y folklore

Título: La batalla de Roncesvalles y El brujo de Bargota : historia, leyenda y folklore
Autor: Martínez Alegría, Agapito
Lugar de publicación: Pamplona
Fecha: 1929
Formato: PDF
Fuente 1: Biblioteca Digital Hispánica - Ficha
Fuente 3:  Biblioteca Navarra Digital Ficha

En 1929 se publicaron en un sólo ejemplar los estudios La Batalla de Roncesvalles y El Brujo de Bargota, escritos por Agapito Martinez Alegría (1885-1976), en aquel entonces canónigo bibliotecario, y años mas tarde prior, de la colegiata de Roncesvalles. 
El primero de los estudios había sido premiado con 100 pesetas en el VI Certamen Artístico-Literario (1928) que promovía la revista de cultura vasca Euskalerriaren Alde y patrocinaba la Diputación de Guipuzcoa.
El brujo de Bargota en una lámina del libro
El segundo trabajo es una recopilación de los cuentos, leyendas e historias sobre el Brujo de Bargota que escuchó de pequeño en las candiladas de su pueblo natal, Aguilar de Codés. Las candiladas eran reuniones de mujeres que se juntaban en invierno para hilar a la luz de un candil de aceite de ballena pagado entre todas ellas. También podían asistir niños menores de 12 años y ancianos. Con esta obra el P. Martinez Alegría definirá el canon de la leyenda del Johanes de Bargota, recorriendo toda su biografía a través de los siguientes capítulos:
  • Nigromántico navarro, auténtico, pero desconocido.
  • Las candiladas
  • Linaje de Johanes y casa donde nació 
  • Sus estudios en Salamanca
  • Casa donde vivió
  • La vida de Johanes en Bargota
  • Sus relaciones con Juan Lobo 
  • Su viaje a Madrid
  • Encima de la plaza de toros 
  • Su viaje a las fiestas de San Fermín de Pamplona 
  • Excursiones a los pueblos circunvecinos 
  • En Viana 
  • Camino de Aras 
  • Virtudes de Johanes: 1.° Su caridad
  • Su fidelidad: Juan sin sombra
  • Relaciones de Johanes con la cieguecita de Viana
  • El aquelarre de Viana
  • El zapatero de Cabredo
  • Desaparece el Conde de Aguilar
  • Proceso de la Inquisición
  • «Auto de Fe» en Logroño
  • La cieguecita condenada a las llamas
  • Arrepentimiento de Johanes
  • Su muerte y testamento
  • Se cierra esta narración con un minuto de filosofía
El libro incluye fotografías del tercer decenio del siglo XX de Aguilar de Codés, Bargota, Santuario de Codés y Viana. En 2005 el Ayuntamiento de Bargota, reeditó el estudio El Brujo de Bargota y está  a la venta en sus oficinas.
Viana - Vista General
Otras referencias

Proyecto de abastecimiento a Viana y a La Ribera de la Mancomunidad de Montejurra, febrero 2013

Título: Texto refundido de las modificaciones al proyecto "Abastecimiento a Viana y a La Ribera de la Mancumunidad de Montejurra" 
Autor: Mancomunidad de Montejurra
Fecha: Febrero 2013
Fuente: SIUN navarra.es
Ficha

1.2 Antecedentes
[...] hay que indicar que Viana no se abastece de esta red [de la Mancomunidad], sino que bombea agua directamente del río Ebro, agua de baja calidad por la gran presencia de nitratos. Económicamente hablando tampoco es rentable,  por la gran cantidad de electricidad que se necesita para bombear diariamente el agua que necesita una población de unos 4.000 habitantes como Viana.[...] 
1.4 Situación actual
[...]Viana es la localidad que más ha crecido en los últimos años y la que previsiblmente más va a crecer. Al estar cerca de Logroño, mucha población se ha transladado a Viana a establecer su residencia al igual que muchas empresas que se han establecido en suelo navarro. Actualmente cuenta con suministro propio, pero Mancomunicdad de Montejurra considera que debe quedar englobada dentro del sistema general de abastecimmiento, para garantizar a Viana y a su polígono industrial agua en buenas condiciones de cantidad y calidad, ya que se ha detectado una gran presencia de nitratos en los análisis que se efectuan con periodicidad.[...]
1.5 Objetivos del proyecto
[...]integrar a Viana en el sistema general de abastecimiento de la Mancomunidad de Montejurra para buscar el mismo fin, es decir, suministrar agua para que la localidad siga su avance en cuestión de desarrollo y crecimiento. Hay que indicar que de esta manera, los habitantes de Viana tomarían un agua de mejor calidad que la que actualmente extraen del río Ebro.[...]

Proyecto 2013 - Emplazamiento, localización y situación 
Proyecto 2013
Ver también:
Abstecimiento actual desde octubre 2007

León con alas de mariposa. 100 viejas historias de Tierra Estella

Título: León con alas de mariposa. 100 viejas historias de Tierra Estella
Autor: Sáinz Albero, María Inés
Ilustraciones: Elvira, Ángel
Publicación: Cuadernos de etnología y etnografía de Navarra, no 78 (2003), pags. 13-213. Pamplona. Gobierno de Navarra. Institución Príncipe de Viana
Fuente 1: Centro de documentación César Borgia (Viana). PDF
Fuente 2: Dialnet. PDF
León con alas de mariposa
Asalto a un peregrino en Viana - 1507
Mujeres defensoras de Viana - 1461
La justicia de Viana - 1507

Índice
  1. Hernando de Villalba
  2. El organista loco de Iranzu
  3. Blanca Garcés
  4. El judío de Lerín
  5. Asalto a un peregrino en Viana
  6. La balsa de Ayegui
  7. Los zapatos de San Simeón
  8. Los milagros de San Veremundo
  9. Tres reyes navarros enterrados en Monjardín
  10. Santa Equitania y compañeras mártires
  11. San Félix obispo y la vaca de Sartaguda
  12. Mujeres defensoras de Viana
  13. Aldabica
  14. El señor de Monjardín y la sima de Igúzquiza
  15. El campo de la verdad
  16. Roldán y Ferragut
  17. La muerte del general Concha
  18. La batalla de Valdejunquera
  19. Don Teodosio de Goñi
  20. El general Zurbano
  21. La cruz de San Andrés
  22. Aparición de la virgen del Puy
  23. La justicia de Viana
  24. El ajusticiado de Rocamador
  25. Carondelet, en Viana
  26. El aparecido de Estella
  27. Los arqueros del rey
  28. Boda  gitana en el molino de Labeaga
  29. Nuestra Señora de Codés
  30. El condado de Lerín
  31. El señor de Abrázuza y las Améscoas
  32. El conde Fernán González
  33. Jucio por un jabalí entre Marañon y Cabredo
  34. El olivo de Mandía
  35. Aparición de la cruz de Monjardín
  36. San Juan del Ramo en Aras
  37. Robo sacrílego en Lodosa
  38. Translación de los restos de San Veremundo
  39. Fundación de Estella
  40. Juicio bilingüe en Estella (I)
  41. Juicio bilingüe en Estella (II)
  42. Remedios contra la rabia
  43. Las reliquias de San Adrián de Palmas
  44. Festejo taurino en Sesma
  45. Santa Coloma en Mendaza
  46. Levantamiento del apellido
  47. Acción carlista en Arellano
  48. San Jerónimo de Oro
  49. Una carga de leña por Navidad
  50. Por hurtar gallinas
  51. La sarta de cuernos
  52. Librado de la horca
  53. Suministros forzosos
  54. Judío convertido en Los Arcos
  55. La señal de la cruz roja
  56. Ruiz de LAda y el Plus Ultra
  57. Nuestra Señora de Rocamador
  58. Miguel Sádaba
  59. Chapalangarra
  60. El general Iturmendi
  61. El general Pérula
  62. Las reliquias de San Gregorio Ostiense
  63. Las reliquias de San Jorge de Azuelo
  64. El soldado de Zufía
  65. Tierra Estella y las obras de la ciudadela
  66. Don Pedro López de Dicastillo
  67. Don Mateo López de Dicastillo, primer conde de la Vega del Pozo
  68. El señorío de Cábrega (Mues)
  69. La monja enamorada
  70. La Virgen de las Angustias
  71. Tumultos en la iglesia de San Pedro de la Rúa de Estella
  72. La batalla de Lácar
  73. La Virgen Blanca de Lerín
  74. Toma de posesión de la iglesia de Zufía
  75. Nuestra Señora de Mendigaña (Azcona)
  76. El castillo de Estella
  77. Casamientos concertados
  78. Fray Diego de Estella
  79. La judería de Estella
  80. Nuestra Señora de Beraza
  81. Los arcabuceros de Torralba
  82. Funerales de Arbeiza
  83. Salteadores de caminos
  84. Ataque realista en Estella
  85. Motín en la carretera de la estación
  86. Don Máximo Ruiz de Gaona
  87. Fiestas de San Blas en Riezu
  88. Comida concejil en Azcona
  89. Diversión de estudiantes
  90. Don Nicolás de Echávarri
  91. El diezmo de los corderos de Arroniz
  92. Malos tratos a mujeres
  93. Santa María de Arbeiza o la Virgen de los Conjuros
  94. El tesoro de Urbiola
  95. Testamento de Etayo
  96. Nuestra Señora la Virgen de la Cerca (Andosilla)
  97. Nuestra Señora del Poyo (Bargota)
  98. Riada en Estella (1831)
  99. El bufón Francesillo de Zúñiga
  100. León con alas de mariposa

Relojes de sol de Viana

Título: Relojes de sol canónicos. Inventario
Autor: Pedro Novella
PDF
San Martín de Tidón - Relojes de sol canónicos
Santa María - Relojes de sol canónicos
Santa María - Reloj canónico nº 1
Iglesia de Santa María, reloj nº 1. Es un reloj canónico semicircular, de unos 60 cm de radio, grabado en la cara de un sillar del muro bajo el contrafuerte del arco que separa la tercera capilla de la cuarta, a unos cinco metros del suelo. Está dividido en seis sectores, al primer sector de la tarde se le ha trazado la media. Orificio de sección cuadrada para la varilla o gnomon. La sexta está señalada con números romanos.

Santa María - Reloj canónico nº 2
Iglesia de Santa María, reloj nº 2. Es un rejoj circular situado en la junta de tres sillares bajo el ventanal de la cuarta capilla, a 2,5 metros de altura. La portada renacentista de la iglesia (mediados del XVI) le da sombra a la tarde. Aprovecha la junta de tres sillares para colocar la varilla. Traza de 12x15º. Bajo la línea de mediodía varias rayitas paralelas. Bajo la línea de sexta pequeñas rayas paralelas señalan fechas.

Ver también:

San Martín de Tidón

San Martín partiendo su capa con un mendigo - s.XV

El hipogeo de Longar

Puerta de acceso al hipogeo (2850 - 2500 a.C.)
Interior del hipogeo  (2850 - 2500 a.C.)

Menhir de Valverde

Título: El menhir de Valverde. Viana
Fecha: 2500 - 2000 a.C.
Ficha
Menhir de Valverde - 2500 - 2000 a.C.
Otras noticias:
05/02/2008 16:54 EFE
Miembros del servicio técnico arqueológico del Gobierno de Navarra y agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han conseguido recuperar un menhir cuya desaparición fue denunciada en Viana el pasado 31 de enero.
Una nota de la Comandancia de Navarra precisa que el menhir, posiblemente de la época neolítica, fue localizado en la tarde de ayer cerca de su ubicación original, en concreto en una finca particular en la que era utilizado como ornamento a la entrada del camino de acceso.
Una vez identificado al propietario de la finca se ha comprobado que éste "desconocía" que la piedra fuera un monumento y se ha sabido también que la misma había sido trasladada por el operario encargado de la realización de las obras sin que "en ningún caso" se le hubieran dado instrucciones de utilizarla.
AGENCIAS 06.02.2008
Había desaparecido de su lugar de ubicación, en la zona de Viana.
Fue localizado en una finca particular, utilizado como ornamento.
El servicio técnico arqueológico del Gobierno de Navarra y el Seprona de la Guardia Civil han recuperado un menhir de la época neolítica que había desaparecido cerca de su lugar de ubicación, en la zona de Viana. La Guardia Civil recibió una denuncia por el robo del menhir el pasado 31 de enero. El menhir fue localizado ayer en una finca particular en la que estaba siendo utilizado como ornamento de entrada en un camino de acceso, informó el Instituto Armado en un comunicado. Los agentes del Seprona de la Guardia Civil determinaron que el propietario de la finca desconocía que la piedra utilizada era un monumento neolítico. El dueño explicó que el menhir había sido trasladado por un operario encargado de obras en su finca y que en ningún caso dio instrucciones para que fuera utilizada. Según las investigaciones de la Guardia Civil, el operario, al buscar piedras para construir la escollera, observó una piedra de gran tamaño y decidió por propia iniciativa cogerla y utilizarla para la construcción del muro, sin conocer su valor. Una vez terminada la instrucción de las correspondientes diligencias, éstas fueron remitidas al Juzgado de Instrucción número 1 de Estella.

Fotografías de la Iglesia Parroquial de Viana, primer tercio s.XX

Título: Fotografías de la fachada de la iglesia parroquial de Viana, Navarra
Autor: Torres Balbás, Leopoldo
Fecha: Primer tercio del S XX
Fuente: Patronato de la Alambra. Recursos de investigación
Fichas: 1, 2, 3, 4

Fachada de la Iglesia Parroquial de Viana - enlace
Fachada de la Iglesia Parroquial de Viana - enlace
Iglesia Parroquial de Santa María
de la Asunción. Viana.- enlace
Vista parcial izquierda de la fachada de la iglesia
parroquial de Viana (Navarra) -  enlace

Viana, blog de noticias

Formato: Blog

Proyecto Fotográfico Becerra-Jalón

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Revista Uarakos

Formato: Blog

Asociación Amigos de Viana

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Viana contra sus barrios de Bargota y Aras

Título: Muy Ilustre señor. Por la Diputación de este Reyno y la ciudad de Viana cabeza de su principado en la causa contra sus barrios de Bargota, y Aras
Autor: Navarra (Reino). Diputación
Fecha: 1693
Fuente: Biblioteca Navarra Digital
PDF

Miguel de Unda y Garibay, superintendente de las minas de Almadén

Título: Almadén y sus Reales Minas de Azogue en el siglo XVIII
Autor:  Gil Bautista, Rafael
Fecha de publicación: 2012
Editor: Universidad de Alicante
Fuente: Universidad de Alicante
Ficha
PFD
Firma y rúbrica de don Miguel de Unda y Garibay - 1704
Un navarro en tierras calatravas: Miguel de Unda y Garcés de Garibay (Viana, 1649 - Almadén, 1709)
Tras la tercera y última legislatura del caballero calatravo don Fernando Caniego de Guzmán, quien ejercía como gobernador de Almagro y su partido en lo años finiseculares del Seiscientos, llegará el maestre de campo don Miguel de Unda y Garibay en febrero de 1697, a pesar de que su nombramiento se había producido en el otoño de 1696.
Por su partida de bautismo sabemos que fue sacramentado en la iglesia parroquial de Santa María de Viana el 2 de junio de 1649. En ella aparece como hijo de don Juan de Unda y López de Mirafuentes y de Casilda Garcés de Garibay y del Bayo, ambos naturales de la misma ciudad vianesa. De igual forma están registrados tanto los abuelos paternos (don Juan de Unda y Tejada y Mauricia López de Mirafuentes) como maternos (don Juan Garcés de Garibay y Polonia del Bayo).
Los dos linajes son de larga trayectoria entre las familias más significativas del lugar. La presencia de los Unda está datada al menos desde el siglo XVI, cuando llegaron desde tierras vizcaínas y fundaron casa palacial solariega, que aún se conserva en el corazón histórico de la población. El padre de nuestro superintendente había ejercido de procurador secular en 1654 y de nuevo unos años después, en 1661, y figura en la relación de hijosdalgo de la localidad.  Por la rama materna también los Garcés de Garibay eran oriundos de Viana. De hecho, tanto su abuelo como su tío (de igual nombre, Juan Garcés de Garibay) habían tenido una sólida formación en leyes y habían participado en hechos de armas, de tal forma que su abuelo fue prisionero en la guerra de Cataluña de 1641, lo que le acarreó mas de un año de encierro en una cárcel pública de Barcelona y la pérdida de parte del patrimonio para poder pagar el rescate que lo liberó. De su tío, primogénito de esta rama familiar, heredaría mas tarde el derecho a tomar asiento en las Cortes navarras, lo que sucedería en los años 1662, 1667, 1695 y 1705.
Miguel formó parte de una extensa descendencia, pues se han encontrado hasta nueve vástagos del matrimonio entre Juan de Unda y Casilda Garcés de Garibay, aunque al menos tres de ellos fallecieron. Él era el segundo hijo en el momento de su nacimiento; no obstante, la muerte prematura del primer varón, Juan Bautista, le convertiría a la larga en el heredero legítimo de ambos apellidos.
[...] Su vida sentimental estuvo marcada por la tragedia. Su primera mujer, la vallisoletana Josefa Gabriela Núñez de Prado y Montero de Espinosa, con la que contrajo matrimonio en el otoño de 1680 en la misma iglesia de Santa María que le vio recibir aguas bautismales, falleció en breve. De este primer desposorio nacerían dos hijos, Antonio (Viana, 26-02-1681) y Josefa Micaela (04-03-1652), a la que luego encontraremos desposándose en Almadén en los primeros años del siglo XVIII. Para tal acontecimiento social el propio gobernador tuvo que otorgar poderes y manifestar su consentimiento, al ser menor de veinticinco años su hija. Así lo reflejó ante el escribano Diego José Dávila,

por quanto para el servicio de Dios nuestro señor y mediante su divina grazia tengo tratado y ajustado el casamiento de la dicha mi hija con Don Francisco Queipo de Llano, señor que fue de la villa de Quintanilla, Pobladura y de Graja, residente en la villa de Madrid.

Con su segunda esposa, Clara Gregoria de San Vicente y Belardia, tuvo otra niña, de nombre Dorotea Manuela Juana, nacida igualmente en Viana en junio de 1686. No hay registro de su desposorio en esa ciudad, lo que hace pensar que el enlace se efectuaría en la parroquia que tenía asignada su mujer. Pero lo que sí hemos podido constatar, por la rica información que nos suministran los protocolos notariales, es que su hija, una vez fallecida su madre, obtuvo los beneficios económicos que un tío suyo, capitán en los ejércitos de Flandes, le legó. Se trataría de don Antonio de San Vicente y Belardia, oriundo de Miranda de Ebro, del que Dorotea heredó dos censos que éste poseía contra los bienes propios de la villa toledana de Sonseca, y que en 1704 reclamó don Miguel en nombre de su hija.
El tercer enlace matrimonial se efectuó durante el verano de 1694 en la iglesia parroquial de san Cernín o San Saturnino de Pamplona, de igual nombre que la majestuosa iglesia de peregrinación de Toulousse. Tuvo un matiz diferente a los dos anteriores, pues no sólo se casaron hermano y hermana vianeses con hermana y hermano pamplonicas (doña Leonor de Unda estaba casada con el primer conde de Ripalda, don Esteban Joaquín Ripalda y Marichalar desde hacía diez años), sino que, como se puede comprobar en el texto que se acompaña, el enlace se efectuó por poderes, depositando su confianza en un familiar directo de la que a partir de ese momento iba a ser su mujer. Al evento acompañaron como testigos lo más granado de la sociedad pamplonesa, como eran el capellán mayor del convento de las Agustinas Recoletas y familiar directo de la contrayente, el vizconde de Arga, o el marqués de San Miguel de Aguayo, entre otras personas. 
Con doña Antonia de Ripalda llegó a Almadén y tomó posesión en las postrimerías del Seiscientos. Ella le acompañó en los duros momentos de las pesquisas que se le siguieron y con ella vivió los que serían los últimos quince años de su vida. También en ella encontró el respaldo cuando tuvo que empeñar su patrimonio personal (las joyas familiares) para abonar el pago de las nóminas de los empleados en aquellos recintos mercuriales en 1700. Y, finalmente, sería ella, como depositaria de las últimas voluntades de su marido, tras el óbito de éste, producido el 24 de agosto de 1709, quien le diera sepultura, 

en la conformidad siguiente, que el cuerpo de su marido fuese amortajado con su manto capitular como lo mandan las definiciones de Calatrava y depositado en el convento del sr. San Antonio de Chillon y se le diese en él misa de cuerpo presente con diaconos y en esta parroquial y en la de Chillon otra, y el dia siguiente tres de novenario, la una cantada, misa de alma y por su alma dos mil misas rezadas, la limosna a dos reales y medio, quarta parte en la colecturía desta parroquial y las demás en dicho convento (…) y asimismo instituye una memoria perpetua de vigilia y misa cantada el dia del sr. San Luis por su alma, y que a dicho convento se le diese de limosna zien ducados; y se diese a la fabrica de Jesus Nazareno desta villa otros zien ducados.

De la lectura de esta partida de defunción hemos de suponer que no le sucedió ninguno de sus hijos, pues se cita como albacea y única heredera a doña Antonia, la cual cumplió escrupulosamente con lo establecido por don Miguel. Tal es así, que el 25 de agosto se levantó un acta notarial ante el escribano real, don Manuel Antonio de Santaella Verdejo, en la que se relata como

se deposito en un hueco que esta echo nuevamente al lado del Evangelio del altar mayor de este convento, entre el altar de nuestro señor seráfico padre San Francisco y el arca de los Santos Oleos, y que es el mismo cuerpo que estaba metido en una caja attaud forrada en terciopelo labrado negro y forrado por dentro con tafetán de doblete senzillo de la misma color, con su llave y zerradura, que estara en la iglesia de dicho convento, asta tanto se traslade dicho cuerpo difunto o sus guesos a qualquiera de las capillas o entierros que tiene en la ciudad de Viana del Reyno de Nabarra.

A continuación, describe cómo se abrió de nuevo el ataúd para comprobar que efectivamente estaba el difunto ataviado con la vestimenta calatrava y cómo se le entregó simbólicamente la llave al padre guardián del convento. Desde ese instante se le responsabilizó de la custodia del cuerpo junto a fray Francisco García (uno de los monjes franciscanos residentes), insistiéndoles en que no pondrán ningún reparo o impedimento, ni ellos ni los que les sucedan en el futuro, cuando la familia o sus herederos decidan trasladar los restos hasta tierras navarras. 
Atrás quedaban doce años de servicio a la corona. No fue precisamente una trayectoria cómoda la que tuvo en Almadén. En la segunda mitad del Seiscientos y sobre todo las últimas décadas de esa centuria la producción de azogue, tan necesario para las minas novohispánicas, se había estancado, cuando no mermado. Cuando don Miguel de Unda propuso relanzar los descubrimientos que se habían practicado en Almadenejos y en El Castillo, abandonando los antiguos filones del Pozo y de la Contramina, los capataces, veedores y mineros que tenían asegurada la faena en estas galerías se enfrentaron abiertamente a las directrices marcadas por el nuevo superintendente. 
Por muy caballero calatravo que fuera, lo que en un principio guardaba sintonía con los nombramientos precedentes, lo que realmente estaba en juego (amén de las prebendas y privilegios pretéritos que hemos apuntado) era una lucha soterrada por el control de tan significativa mina. El Consejo de Hacienda, que había fiscalizado la gestión desde que estas cárcavas mercuriales volvieran a manos del Estado tras el largo arrendamiento a los Fúcares, no quería perderla. Mientras, el Consejo de Indias, del que dependía el envío del azogue a tierras americanas, respaldaba que la persona que las dirigiera fuera Unda Garibay, ya que en los años inmediatamente anteriores y posteriores al cambio de centuria en que este gestionó la explotación minera la producción de tan preciado metal se vio incrementada sustancialmente. 
Pero lo más meritorio e importante [...] es que lo consiguió bajando el costo por quintal de azogue producido, es decir, que optimizó los siempre ajustados recursos económicos de aquellos años.
A pesar de todo hasta en tres ocasiones se le hicieron pesquisas. La primera, ante las quejas de los oficiales y trabajadores se remitió al Consejo de Hacienda. Este organismo envió en visita de inspección a Domingo de Urbizu, alguacil mayor de la Casa de Contratación, en el otoño de 1699. Este ratificó que era más viable y menos costoso para el erario público avanzar en los nuevos filones que en los antiguos, pero sometida la propuesta a votación de la junta de capataces, estos consiguieron que se retomaran la Contramina y El Pozo. 
Nuevamente en 1700 arreciaron las quejas, sobre todo porque, según los oficiales más veteranos, se daba mayor carga de trabajo a los nuevos pozos. El visitador elegido era otro caballero calatravo, don Fernando Caniego, hombre bastante experimentado en la administración minera, aunque no pudiera presumir precisamente de sus logros, pues, además de levantarse pesquisas también contra él (de hecho fue despedido en 1677 por corrupto a instancia del visitador Antonio de Torices), durante sus tres mandatos la inanición y la desidia fueron sus señas de identidad. Esta investigación puede resumirse nuevamente en los resquemores y las acusaciones entre ambos. Caniego boicoteaba en lo posible las decisiones de Unda, llegando incluso a autorizar excursiones para que los trabajadores acudiesen al teatro y a las corridas que se celebraban en Chillón, y el vianés correspondía mandando 
cartas al rey hablando de la impericia y desatinos de Caniego. Ambos recurrieron a sus respectivos Consejos buscando apoyos. Las indicaciones de estos, como no podía ser de otra forma, fueron contradictorias pero las dos partes coincidían que se observaran mutuamente y se cuestionasen las decisiones que el otro tomara.
No acabaron ahí los quebraderos de cabeza del navarro. En 1704 un nuevo visitador, don Fernando Araujo y Rivera, enviado por el Consejo de Hacienda, se presentaba en Almadén. Las acusaciones eran de lo más variado, desde haber comprado un número excesivo de esclavos (a los que incluso les permitía llevar capa y espada), a tener un trato de favor hacia aquellos técnicos que trabajaban en las galerías recién descubiertas, o haber puesto nuevos hornos en marcha a sabiendas de que los antiguos eran suficientes… Lo cierto es que este visitador le exoneró de todas las acusaciones de parcialidad. Es más, otro visitador que acudía a realizar visita ordinaria, pues tras un periodo de tres años estaba establecido que se supervisase la administración de aquellas fábricas mercuriales, también declaró inocente a Unda y Garibay. Por ello parece desafortunada otra nueva pesquisa, casualmente del que más tarde sería su sucesor, don Diego de Valdés y Girón (caballero santiaguista para más señas) a instancias del Consejo de Hacienda, de la que también salió exculpado. 
Tanta averiguación supuso para la mina el más absoluto desgobierno, lo que se refleja claramente en los escasos días en que cocieron los hornos y en la exigua cosecha de azogue que se obtuvo; y para nuestro superintendente, un desgaste emocional (por sentirse permanentemente cuestionado), físico (pues con su presencia en las fundiciones inhaló gran cantidad de vapores tóxicos, incluso le acarreó la pérdida de visión en el ojo derecho) y patrimonial considerable, ya que tuvo unas mermas sustanciales de ingresos. 
A pesar de que finalmente en 1708 se le reconociera por parte de la Corona todos los esfuerzos que había realizado (reconocimiento en el que inclusive contó con el flamante título de superintendente de la recién creada Junta de Azogues), su precaria salud hizo que después de intentar luchar contra las tercianas que aquellos terribles años azotaron gran parte de la península, falleciera a los sesenta años. Visto todo lo anterior es más que comprensible que no quisiera reposar en la parroquial y que pidiera a su mujer que su cuerpo descansase en el convento de san Antonio con la esperanza de partir algún día hacia el Norte, hacia su Viana natal.


Véase también Miguel Unda y Garibay (1649 - 1709) en este mismo blog.

Caballeros de la Orden de Carlos III



Blas Echalecu y Aldunate (22-06-1816)

Francisco Javier Echalecu y Aldunate (22-03-1828)

Francisco Javier Estanga y Ustarroz (7-11-1816)


Fuente:
  • Extracto de los Expedientes de la Orden de Carlos III. 1771-1847. Tomo IV. Escrito por Vicente de Cadenas y Vicent

Vianeses en el Archivo General de Indias

Título: Diccionario Biográfico Vasco: méritos, servicios y bienes de los vascos en el Archivo General de Indias
Autor: José Garmendia Arruebarrena
Publicación: Donostia, Eusko Ikaskuntza, 1989
Fuente: http://www.euskomedia.org
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Diccionario biográfico vasco: méritos, servicios y bienes de los vascos en el Archivo General de Indias
Méritos y  servicios

Blas Echalecu y Aldunate, presbítero, chantre y canónigo de la iglesia de Santiago y juez de Cruzada. Hijo de José Manuel Echalecu y Josefa Aldunate. Natural de Viana (Navarra). Estudió Fil. en Pamplona y Logroño. Leyes en las universidades de Zaragoza, Huesca y Oñate. Canónígo de Ávila a Santiago. Cádiz, 4 may. 1810 (I.G. 248)

Roque Garcés de Garibay. 36 años de servicio principalmente en Navarra. Su padre Miguel sirvió más de 26 años en las guardias de Navarra y Juan Garcés de Garibay, su abuelo, hizo señalados servicios en Viana, Flandes, Artajona y Fuenterrabia (sin fecha) (1, G. 160). De Juan Garcés de Garibay, vecino de Viana, testamento, años 1621 (I.G. 1263).

Joseph Antonio Lacayo de Briones, comandante de las Milicias de la plaza de armas de la ciudad de Granada y del castillo de Río de San Juan en el reino de Guatemala. Natural de Viana en Navarra e hijodalgo notorio. En 1707 se le nombró por capitán de una de las compañías de milicias de la ciudad de Granada en Guatemala y en 1710 por sargento mayor del tercio de la provincia de Nicaragua. Subdelegado, tesorero administrador de la provincia. Se ofreció voluntariamente a desalojar irrupciones del enemigo Zambo Mosquito, supliendo por sí los gastos de esta expedición. Dio 410 pesos y suplió 1200 por la c. Síndico general, dos veces alcalde y regidor y juez executor de la Santa Hermandad. Desvaneció dos tumultos sediciosos, ocurridos en la ciudad de León. Gobernador interino de la provincia de Nicaragua y Costa Rica. En 1743 nombrado maestre de ciudad; el de 1744, comandante genenral del tercio de milicias de infantería y caballería y del castillo del Río de San Juan. En 1745 se le confirió el comando de las armas y tropa reglada. 50 años de servicio, no le ha resultado cargo alguno en sus residencias. En 1777 fue nombrado por D. Pedro de Ozaeta, oidor de la Real Audiencia de Guadalajara, tesorero y administrador del papel sellado. Madrid, 10 dic. 1759. Juan Joseph de Arquinarena. (I.G. 170).

Bienes de difuntos en contratación

Juan Clavijo, natural de Viana (Navarra) falleción en Indias. Año 1668. Contrat. 452 falleció en Potosí con fundaciones. Año 1631. Contrat. 529.

Francisco de Ibañez, capitán, natural de Viana (Navarra) y f. en la mar con testamento. Año 1639. Contrat. 395.

Joseph Ortiz de Zárate, natural de Viana en Navarra, falleció en Santiago de Queretaro ab intestato. Año 1747. Contrat. 582

Juan Sainz de Mendieta, capitán, natural de Viana (Navarra) y falleció en Sevilla. Año 1636. Contrat. 388

Joseph Zárate y Ortiz, natural  de Viana (Navarra) y falleció ab intestato en Querétaro. Año 1753. Contrat. 5617.

Diego Prudencio de Florencia y Carrillo (s.XVII), comediante


Fue un comediante conocido como Diego Carillo, natural de Viana, que vivió durante el siglo XVII. Su verdadero nombre era Diego Prudencio de Florencia y Carrillo. Se casó el 16 de marzo de 1653 en la iglesia de Nuestra Señora de San Lorenzo, Valladolid, con María de Santa Cruz, "representanta", cuyo nombre artístico era María de Escamilla. Tuvieron un hijo llamado Gerónimo Carrillo. Hizo con notable aceptación todos los papeles, aunque no fue célebre en ninguno en particular, si bien no hizo nunca de galán. Estuvo muchas veces en Valencia. En 1655 estaba en la compañía de Francisco García, el Pupilo, y su nombre figura entre los actores de la compañía de Rosa, Osorio y el Pupilo a los que se prohibió salir de Madrid en 1657. En 1658 estuvo en Zaragoza, donde hizo con el grupo del Pupilo cincuenta actuaciones antes del 15 de febrero en que debía volver a la corte para representar comedias nuevas, entre las que estuvieron El ángel de la guarda de Juan de Matos, Las sabinas de Coello y Arias y Celos de amor y cordura de Juan de Arroyo y Velasco, que refundía una obra anterior de Coello. En 1659 estaba en la de Sebastián de Prado. Se trata propablemente del "Carrillo" que aparece en El vestuario, de Moreto, durante los autos del Corpus en Madrid en 1661, con la compañía de Antonio de Escamilla. Es quizás en "Diego" que actuó antes de 1663 en el entremés de Las visitas de Rodriguez de Villaviciosa, junto a Manuela de Escamilla de 1663 a 1665. El último cabildo de Madrid en el que aparece su nombre es el de 28 de marzo de 1667, pero en la década de los setenta actuó con Antonio de Escamilla en 1672, con quién representó el entremés El escolar y el soldado, que se hizo con el auto ¿Quién hallará mujer fuerte?, ambos de Calderón. También con el grupo de Escamilla hizo la Loa a los años de su alteza, que antecedió a una comedia en palacio, en la que también actuó su esposa María de Escamilla. En 1673 estaba con Félix Pascual y pasó de nuevo a la compañía de Escamilla entre 1675 y 1676. Perteneció a la cofradía de Nuestra Señora de la Novena.
Su esposa María de Escamilla era hija de Juan de la Cruz y Francisca Díaz, e hijastra de Antonio de Escamilla también actor.
Su hijo Gerónimo Carrillo casó en Granada con mujer de fuera de la comedia, enviudó y prosiguió en su ejercicio haciendo segundos graciosos y cuartos galanes. Murió en Cádiz como costa por loa carta de difuntos de 1689. Estuvo en Valencia haciendo terceros galanes en 1680 e la compañía de Joseph Verdugo. Volvió a Valencia haciendo cuartos galanes en el año de 1685 en la compañía de Antonio de Escamilla. 
Prudencio de Florencia fundó una memoria de misas en las iglesias parroquiales de Viana, asignando una casa con bodega en Viana, tasada en 859 ducados de principal y 35 de renta y 200 ducados que no se llegaron a desembolsar. Su nieto Florencio Carrillo la convierte en una capellanía colativa de una misa a la semana según escritura de fecha de 26 de abril de 1675.

Fuentes
  1. El teatro en Viana en los siglos XVI y XVII. Juan Cruz Labeaga. Revista Príncipe de Viana, Año nº 56, Nº 205, 1995, págs. 527-548
  2. Genealogía, origen y noticias de los comediantes de España. Anónimo. Edición N. D. Shergold, J. E. Varey. Londres 1985.
  3. Boletín de la Real Academia Española. Febrero de 1919. Año VI. Tomo VI. Cuaderno XXVI
  4. Loas, entremeses y bailes de Agustín de Moreto. Estudio y edición de Mª Luisa Lobato. Kassel 2003.
  5. La música en La Casa de las Comedias de Valencia durante el siglo XVII. Folklore en el escenario. Miguel Ángel Pico Pascual. Revista de Folklore, Año 2004, tomo 24b, nº 286
  6. Sobre la elaboración de un Diccionario biográfico de actores del teatro clásico español y sus antecedentes. Teresa Ferrer Valls.
  7. El ojo de la aguja. Fundaciones religiosas testamentarias en la vicaría de Viana (1580-1805). Julio Luis Arroyo Mediano

La maldición de la madre...

Inscripción s.XVII

Inscripción en la fachada de la casa que da al lado izquierdo del Portal de San Juan entrando a la plaza. Antigua Casa de la Primicia de Santa María. Destruida la parte derecha de la inscripción por la reforma de la ventana.
Inscripción - s.XVII
LA MALDICION DE LA MADRE ABRASA 
Y DESTRUYE DE RAIZ HIJOS Y CASA
Eccles V.11


Eclesiástico 3,8-9
8. En obra y palabra honra a tu padre, para que te alcance su bendición.
9. Pues la bendición del padre afianza la casa de los hijos, y la maldición de la madre destruye los cimientos