Tratado de las supersticiones y de la posibilidad y remedio dellas

Título: Tratado de las supersticiones y de la posibilidad y remedio dellas
Autor: fray Martín de Castañega
Publicación: Logroño, en casa de Miguel de Eguía
Fecha: 1529
Fuente: Biblioteca Digital de Castilla y León
Ficha
En esta copia digital no hemos encontrado el párrafo que Julio Caro Baroja cita en Vidas mágicas e Inquisición, quizás porque falta la página que contiene el comienzo al capítulo XXIII.

Sí se encuentra en la edición de Fabián A. Campagne del Tratado de las supersticiones y de la posibilidad y remedio dellas para la Colección de Libros Raros, Olvidados y Curiosos (Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires. 1997) de la que tomamos los primeros párrafos de dicho capítulo.
Capítulo XXIIIDECLARACIÓN Y REMEDIO CATÓLICO DE LOS ARREPTICIOS Y ENDEMONIADOS
Veniendo a lo último, que es de los endemoniados o poseídos y atormentados del demonio, es de notar que en una de tres maneras se puede entender que alguno tenga al demonio: Lo primero, como a su súbdito y presionero; lo segundo, como a su familiar, por pacto expreso o oculto; lo tercero, como a su atormentador.
De los primeros la cabeza fué Jesucristo, que por su autoridad (porque es Dios y hombre) amenazándolos con el dedo lanzaba y echaba los demonios y los hacía callar; y por la virtud suya y autoridad que les dió, y en su nombre, sus apóstoles y discípulos lo mesmo hacían. Y de Sant Bartolomé y de otros santos y santas se lee que solían tener y mostrara los demonios presos y atados.
De los segundos fueron los magos de Faraón, en tiempos de Moisén; y Simón mago, en tiempo de los apóstoles con otros muchos; y en nuestros tiempos uno fué en el reino de Navarra muy famoso nigromántico, tenido en mucha reputación de la gente popular, a quien recorrían muchos de diversas partes, como a persona que por su familiaridad y pacto expreso que tenía con el demonio, descobría y decía cosas secretas y maravillosas, y curaba maravilla, tiene el juicio claro ni habla con concierto, ni tiene pasiones incógnitas.