Autor: Carlos A. Page
Fecha: 2008
Publicación : Revista de la Junta Provincial de Historia de Córdoba (Argentina)
Fuente: http://www.carlospage.com.ar/
Formato: PDF
Paraguay o Provincia de Rio de la Plata, ca.1635 |
Juan de Viana nació en Viana, Navarra, el 18 de febrero de 1565, ingresando a la Orden Jesuita de Castilla en 1584. Nueve años después llegó a nuestras tierras, misionó con el padre Barzana, dando sus últimos votos en Salta en 1602. Una vez creada la provincia del Paraguay fue nombrado superior del Tucumán, maestro de novicios y luego rector del colegio de Chile. Finalmente fue elegido procurador a Europa, junto al mencionado Padre Vázquez Trujillo, en la segunda congregación llevada a cabo en Córdoba en el mes de febrero de 1614, presidida por el Padre provincial Diego de Torres. Solo viajo el Padre Viana, llevando varias propuestas a la Santa Sede como la canonización de San Ignacio, el título de fundador del colegio de Tucumán para don Francisco Salcedo y el de bienhechor insigne al obispo Trejo. También solicitó al Padre general y fue concedido, que los novicios en su segundo año de estudio comiencen a aprender las lenguas indígenas. El Padre Viana murió en Córdoba el 28 de febrero de 1623, mientras ocupaba el cargo de rector del Colegio Máximo de Córdoba, siendo acompañado en ese entonces por el Padre Vásquez Trujillo como secretario.
La expedición del Padre Viana fue la segunda que llegó desde Europa a la provincia del Paraguay, arribando varios extranjeros que castellanizaron sus apellidos para poder embarcarse4. Entre los nombres destacados figuran el artista francés Luis Berger, el militar Antonio Bernal5 y dos jóvenes que, como todos, concluyeron sus estudios en Córdoba, pero que alcanzarían el martirio. Nos referimos a Diego de Alfaro y Alonso Rodríguez, este último abrazando la santidad junto a Juan del Castillo y Roque González de Santa Cruz. El número de embarcados difiere entre los nombres de los 25 autorizados, los 29 que nos trae Leonhartd y los 37 que señala Viana. A pesar que el mismo Leonhardt aclara que a último momento se embarcaron algunos extranjeros. Efectivamente el Padre Viana solicitó licencia concedida por el Consejo de Indias para embarcar 25 religiosos6 para llevar a Tucumán y Chile el 20 de octubre de 1614, aunque por no haber dinero en la Casa de Contratación de Sevilla la autoridad real aconsejó supliera los costos la misma Compañía de Jesús.
Cuenta su partida desde el puerto de Lisboa el 4 de noviembre de 1616, arribando a Buenos Aires el 15 de febrero del año siguiente. El viaje se realizó con una flota que llevaba al flamante gobernador del Brasil junto a otra expedición de jesuitas para esas tierras. La navegación fue normal y es habitual la descripción de una tormenta con sus consabidos temores. Pero la misma aconteció tempranamente, lo cual hizo pensar en volver a Lisboa o a Galicia. Pero los fuertes vientos llevaron la nave al continente africano, donde ya calmado continuaron el viaje. No sin dejar[...]