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Eduardo Gancedo e Ibarrondo

Título: Eduardo Gancedo e Ibarrondo
Auto: Antonio Astorgano Abajo
Fecha consulta: 20/09/2023
Fuente: Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico



Gancedo e Ibarrondo, Eduardo. Viana (Navarra), 10.XI.1878 – Madrid, 25.III.1953. Fraile paúl (CM), misionero, historiador, moralista del Nacionalcatolicismo.
Como aclaración previa, se da la circunstancia de que existió un sacerdote salesiano homónimo y casi coetáneo, lo cual provoca confusión. Nuestro biografiado era fraile de la Congregación de la Misión (Padres Paúles) y solía firmar como “Eduardo Gancedo (C.M.)”.
Sus padres fueron Lázaro y Alfonsa. Entró en la Escuela Apostólica (colegio-seminario donde se cursaban las Humanidades) de los padres paúles de Tardajos (Burgos) en 1893, donde solo estuvo dos años. Ingresó en la Congregación de la Misión (PP. Paúles) el 6 de febrero de 1896, para estudiar dos años de noviciado, tres de Filosofía y cuatro de Teología, siempre en la nueva casa de la calle García de Paredes nº 45 de la capital de España.
Fue ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1905, siendo destinado inmediatamente a Filipinas, a donde llegó en diciembre del mismo año. Allí permaneció por espacio de más de veinticinco años enseñando con lucimiento y competencia en varios seminarios diocesanos, como los de Jaro, Vayán y, por último, en el Seminario de San Carlos de Manila (desde 1927). En 1932 regresó a Madrid y trabajó en misiones y predicaciones, hasta 1936, año en que fue trasladado a Pamplona, según resume la anónima necrológica. Por lo tanto, pasó los turbulentos tiempos de la Segunda República redactando la historia de Viana y en labores pastorales en las misiones interiores.
El P. Gancedo pasó relativamente tranquilo la Guerra Civil en Pamplona, donde permaneció entre 1936 y 1941, año en que volvió a Madrid, destinado a la comunidad de la calle García de Paredes, tomando parte en las misiones celebradas desde 1941 a 1950, en cuya época ya empezó a resquebrajarse notablemente su salud, quedando totalmente incapacitado para el trabajo en el verano siguiente (1951), posiblemente por un ictus cerebral.
Intelectualmente participó en conferencias sobre diversos temas dogmáticos, morales, teología popular y lingüística. Colaboró en varios periódicos de Manila, Madrid y Pamplona y otras publicaciones misioneras.
Dentro de la obra publicada del P. Gancedo, se pueden distinguir dos etapas, separadas por la Guerra Civil de 1936-1939. En la primera predominan los escritos de Historia, publicados en Anales de la Congregación de la Misión, la revista orgánica de la Orden de los Paúles de España, fundada en 1893. En la segunda etapa, Gancedo acentúa su nacionalcatolicismo, al socaire del primer franquismo.
Durante la Segunda República combina los estudios históricos sobre su pueblo natal (Recuerdos de Viana, 1933) con el adoctrinamiento apologético del catolicismo tradicional en Cuestiones de interés para un católico del siglo XX (dos ediciones en 1935).
Después de la Guerra Civil (1936-39), Gancedo fue un relevante vocero del nacionalcatolicismo reinante por diversos medios. Continuó predicando algunas misiones populares hasta 1951, e intensificó sus publicaciones, a veces al lado de significados ideólogos franquistas, como Eugenio D’Ors y José María Pemán, apostillando una conferencia del gaditano, Discurso de la consolación de los ciegos (el Espíritu Santo y la vida interior): conferencia pronunciada el día 20 de junio de 1943, en la Jefatura de la Organización Nacional de Ciegos.
El P. Eduardo se apuntó a la defensa del idioma español, exaltando su opulencia, como elemento esencial de la unidad de España, reeditando ampliado el folleto El jándalo Berlina (1943).
Retomó el anterior adoctrinamiento del título Cuestiones de interés para un católico del siglo XX (1935), para adaptarlo a la “España Nueva” franquista, en Cuestiones de interés para la España Nueva: ¿Quién eres tú?, ¿De dónde vienes?, ¿Adónde vas?, ¿Por dónde vas?, ¿Con quién vas?: respuestas amenas y sin vuelta de hoja al precedente cuestionario, que entre 1941 y 1942 tuvo cuatro ediciones. Sin duda su mayor éxito editorial.
Gancedo se convirtió en uno de los teólogos moralistas populares del primer franquismo con su Jesús, María y José. Teología Popular (1944), donde recoge siete conferencias de cultura religiosa.
La temática navarra del P. Gancedo se limita a su natal Viana, sobre todo en Recuerdos de Viana (1933, reeditada en 1934 y 1947), una importante obra donde recopiló toda la historia de la ciudad, desde sus orígenes en el Medievo, hasta la fecha de publicación, haciendo hincapié en los testimonios y costumbres de la localidad. Sus datos han sido casi la única fuente de información escrita para conocer el pasado histórico y artístico de la ciudad de Viana.
A juzgar por la necrológica, el misionero P. Gancedo gozaba de prestigio dentro de la Congregación de la Misión de los PP. Paúles, por su labor pastoral, por la amenidad (“chispa”) de sus escritos y por su buen talante personal.
Resumiendo, el P. Gancedo Ibarrondo fue un peculiar fraile paúl, nostálgico de su Viana natal, que vivió sinceramente su vocación de misionero popular, y que exacerbó la ideología tradicional del nacionalcatolicismo durante el primer franquismo, en el que se sintió cómodo.

Obras:
  • “Biografía de Sor Simona Oroz y Mina, 1826-1901”, en Anales de la Congregación de la Misión, 22 (1914), págs. 411- 438; 
  • “Los PP. Paúles en Filipinas, 1862-1924”, en Anales de la Congregación de la Misión (1924), págs. 326 y ss.; 
  • Recuerdos de Viana o Apuntes históricos de esta muy noble y muy leal ciudad del reino de Navarra, Madrid, Gráficas Halar, 1933; 

  • Cuestiones de interés para un católico del siglo XX, Madrid, Imp. Luz y Vida, 1935; 

  • Cuestiones de interés para la España Nueva, Madrid, Imprenta y Litografía Juan Bravo, 1942; 

  • El jándalo Berlina, por el idioma castellano, Madrid, Imprenta y Litografía Juan Bravo, 1943;

  • “Apostillas”, en J. M.ª Pemán, Discurso de la consolación de los ciegos (el Espíritu Santo y la vida interior), Madrid, Gama Artes Gráficas, 1944; 
  • Jesús, María y José. Conferencias dogmático-morales, Madrid, Gráficas Uguina, 1944; 
  • Teología popular: Dios y su familia. Ocho conferencias en torno a la Santísima Trinidad y a las personas de Jesús, María y José, Madrid, Teología Popular, 1948.
 

Bibl.:   Anónimo, “Necrológica: P. Eduardo Gancedo”, en Anales de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad, 58 (1953), pág. 135; F. Espiago, 100 Años de Historia. Historia de la Casa Central de la Congregación de la Misión (PP. Paúles) de la Provincia de Madrid, 1875-1975, Madrid, La Milagrosa, 1976; M. Olabuénaga, “La Congregación de la Misión en la España de la Restauración (1875-1931)”, en Somos vicencianos, 30 de marzo de 2021 [en línea], disponible en http://vincentians.com/es/historia-abierta-de-la-c-m-en-espana-1704-2000.

Juan de Amiax (1564 - 1642)


Según P. Eduardo GANCEDO
Recuerdos de Viana por el P. Gancedo  (pag. 123) - Viana Digital Archive

Don Juan de Amíax. Beneficiado de nuestra Iglesia, y autor del Ramillete de Nuestra Señora de Codés, de la villa de Viana, editado en Pamplona, en 1608; y de Antigüedades de la Iglesia de Calahorra; obra que no me consta se haya impreso, pero de la cual parece que supieron provecharse bastante el P. Flórez en su España Sagrada, y otros ilustres investigadores.
Este ilustre paisano, a quien debemos bastantes noticias de nuestra historia, escritor de vena, y hombre de mucha piedad y letras, ha tenido la desgracia de que algún desgraciado le llamara el erudito Don Juan de Aimar, y Don Juan de Aimar figura como erudito en todos los diccionarios históricos que hablan de Viana; y yo mismo, engañado por ellos, he caído en el lazo y repetido el error en el novísimo de Espasa: conste, pues, de una vez y para siempre, que no hay tal «erudito D. Juan de Aimar, hijo de Viana », sino D. Juan de Amíax, autor de las obras arriba expresadas, muy apreciables para la historia de Calahorra, de Viana y de Codés.

Según Juan Cruz Labeaga Mendiola
La alegoría de la nave de la Iglesia en un romance mariano de Juan de Amiax (pag. 640) - Viana Digital Archive

Al parecer, los Amíax –este apellido también se escribe Meaxa y Ameax– fueron una familia de canteros especializados que vinieron a Viana con motivo de la gran obra de la portada parroquial de Santa María, construida entre 1549 y 1570. Se documenta, por estos años, a un tal Juan de Amíax, cantero, trabajando en diversos edificios civiles y eclesiásticos. Juan de Amíax, luego clérigo y escritor, nació en Viana, fue bautizado el 2 de julio del año 1564 en el convento franciscano de San Juan del Ramo, de la jurisdicción antigua de Viana, ahora de Aras. Figura como hijo de Joan de Meaxa, cantero, y de Isabel Aguilar. Tuvieron otro hijo llamado Pedro, que fue alférez capitán, y una hija, cuyo nombre no consta, nacidos respectivamente en 1570 y 1568 (Archivo Parroquial San Pedro, Viana, Bautismos, 1564, f. 128v; 1568, f. 140v; y 1570, f. 146).
En fecha desconocida se ordenó de sacerdote y debió de pasar a Indias como capellán de la Real Armada. No gozaba de muy buena salud, y en 1600 fue aprobado en Viana para beneficiado de la Parroquia de San Pedro.
Además, desempeñó otros oficios: colector del subsidio y excusado de Su Majestad el rey en todo el arciprestazgo de Viana, administrador del hospital de la entonces villa.
El 3 de diciembre de 1606 dio libertad en Viana a un esclavo llamado Domingo Ribero «que es todo muy negro moreno, natural de las Indias de Portugal, mozo de veinticuatro años, está baptizado, por los buenos y leales servicios que me ha hecho, el cual hube andando en servicio del rey Nuestro Señor». Se lo había dado fray Cristóbal de San Juan, de la orden de San Jerónimo.
Hizo testamento en Viana, ante notario, el 6 de febrero de 1642, estaba en la cama y privado de la vista, por ello no pudo firmar. Mandó ser enterrado en la iglesia de San Pedro, en la sepultura de sus padres. Ordenó que se vendiera medio beneficio eclesiástico para pagar el oficio de entierro, novena y cabo de año, misas cantadas y rezadas, cera, añal y candela. Por sus padres dirían las dos comunidades parroquiales de Santa María y de San Pedro cincuenta misas rezadas con sus responsos. Nombró por heredero universal a Gabriel de Erencho, vecino de la ciudad, y a Catalina su hija, y por cabezalero al vicario de la iglesia de San Pedro, Pedro Díez de Isla (Archivo General de Navarra, Protocolos Notariales,Viana, Diego Izquierdo, 1642, folios 55-56v).
Murió en 1642 según la partida de defunción siguiente: «En 20 de febrero de 1642 murió don Juan de Amíax, beneficiado en estas iglesias. Mandó que [se vendiese] medio beneficio y [se le dijeran] cincuenta misas rezadas, se le dijo de oficio mayor con tres misas cantadas y otras tres en el cabo de año.
Vendiose su medio beneficio por 111 ducados. Repartiéronse en todo el cabildo 650 misas. Dijéronsele 50 misas rezadas» (Archivo Parroquial San Pedro, Viana, Libro de Mandas Pías por los Difuntos, 1642, folios 162v-163).

Otras referencias

Recuerdos de Viana por el P. Gancedo (1933)

Título: Apuntes históricos - Viana (Navarra)
Autor: Gancedo Ibarrondo, Eduardo
Fecha: 1933
Editorial: Gráficas Halar, Pamplona
Fuente: Biblioteca Navarra Digital
Formato: PDF


Segunda edición ampliada
Título: Recuerdos de Viana (Navarra)
Autor: Gancedo Ibarrondo, Eduardo
Fecha: 1947
Editorial: Bolaños y Aguilar, S.L. Madrid

Referencias: