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Juan Hernández, "El Pelao" o "El Tuerto"

Juan Hernández, "El Pelao" o "El Tuerto"
(Viana ¿? - Ujué-San Martín de Unx, 1811)

Guerrillero, luchó contra las tropas francesas y operó anárquicamente por gran parte de Navarra, sin someterse a nadie. Llegó a disponer de hasta cien caballos.
La ciudad de Viana no se libró de los desmanes de este guerrillero y de su partida. Robó en su propio pueblo hasta la plata de las iglesias y el Ayuntamiento de Viana, en informe de 11 de marzo de 1811, al referirse a los robos y asesinatos de este guerrillero, lo calificó de "monstruo de la Humanidad" manifestando que a este inicuo comandante se le temía más que al enemigo.
Como Espoz y Mina tenía muchas quejas de nuestro paisano "El Pelao", que al disolverse el "Corso Terrestre de Navarra" había visto incrementarse su partida con casi todos los jinetes de Mina "El Mozo", se la tenía guardada y buscaba la ocasión para cogerle la vuelta y apoderarse de su partida.
"El Pelao", barruntando esto, huyó con sus soldados a La Rioja en el mes de julio. En la primera mitad de septiembre, Espoz pasa con dos compañías a La Rioja. En Calahorra, una vez ambos frente a frente, El Pelao convino (aunque de mala gana) unir sus fuerzas a las de Espoz, asistiendo a la acción de Cuzcurrita y al desastre de Belorado, bajo las órdenes de Lucas Górriz.
El 1 de diciembre, Górriz llegó a Lumbier, con la mayoría de los supervivientes de Belorado, entre ellos El Pelao, bien ajeno al trágico final que le aguardaba.
Espoz y Mina fusiló al guerrillero vianés en Ujué o en San Martín de Unx. Cuenta la tradición que Espoz y Mina quería apoderarse de su caballo.
Fuente: Ujue - Pueblos de España

Album de personajes carlistas con sus biografías

Título :  Album de personajes carlistas
Autor: Francisco de Paula Oller
Fecha: 1887
Publicación : Biblioteca Tradicionalista. La Propaganda Catalana. Barcelona
Fuente:  www.navarra.es
Formato: PDF

Tomo III. Pag. 38 (508 pdf)
SEÑOR DON SIMÓN DE MONTOYA

Don Simón de Montoya y Ortigosa nació en Viana el día 28 de octubre de 1834. En julio de 1850 ingresó en clase de cadete en el Colegio General Militar, y promovido a Alférez de Infantería a los cuatro años de estudios, fue destinado al Regimiento de la Constitución, de  guarnición en Madrid, en donde recibió el bautismo de fuego con motivo de las ocurrencias de los días 17, 18 y 19 de julio de 1854, ganando en dichos días el grado de Teniente. Prestó luego el servicio de su clase en el Regimiento de América, de guarnición en Pamplona y Zaragoza, hasta que en noviembre de 1856 fiue nombrado Ayudante de Campo del General D. Francisco Ortigosa.
El 3 de marzo de 1857 ascendió el Sr. Montoya a Teniente, por antiguedad, y siguió desempeñando el cargo de Ayudante de Campo del General ya citado, hasta noviembre de 1866, en que pasó a la situación de reemplazo despues de haber obtenido en 1864 el empleo de Capitán por antiguedad, y en 1868 el grado de Comandante, por gracia general.
Destinado el Sr. Montoya, a fines de Marzo de 1872, al batallón Reserva de Burgos, se incorporó a él en esta capital; en septiembre del mismo año se le concedió la Cruz de la Orden militar de San Hermenegildo; sirvió después en el batallón Reserva de Logroño, y, por último, solicitó y obtuvo su retiro en abril de 1873.
El día 30 de julio de este año incgresó en el Ejército carlista, a cuyas filas le llevaron sus propias convicciones, sus nobles sentimientos y las tradiciones de su familia (carlista de abolengo). Presentado a Don Carlos de Borbón [...]

Simón de Montoya y Ortigosa
Album de personajes carlistas - 1887

Campaña del Norte de 1873 a 1876

Título :  Campaña del Norte de 1873 a 1876
Autor: Antonio Brea
Fecha: 1897
Publicación : Biblioteca Popular Carlista, Barcelona
Fuente:  archive.org
Formato: web
Simón Montoya y Ortigosa

Campaña del Norte de 1873 a 1876 - 1887

La expedición de Juan de Viana

Título :  Dos relaciones inéditas sobre los viajes de Europa a Buenos Aires de los jesuitas Juan de Viana (1616) y Gaspar García (1622)
Autor: Carlos A. Page
Fecha: 2008
Publicación : Revista de la Junta Provincial de Historia de Córdoba (Argentina)
Fuente:  http://www.carlospage.com.ar/
Formato: PDF
Paraguay o Provincia de Rio de la Plata, ca.1635
Juan de Viana nació en Viana, Navarra, el 18 de febrero de 1565, ingresando a la Orden Jesuita de Castilla en 1584. Nueve años después llegó a nuestras tierras, misionó con el padre Barzana, dando sus últimos votos en Salta en 1602. Una vez creada la provincia del Paraguay fue nombrado superior del Tucumán, maestro de novicios y luego rector del colegio de Chile. Finalmente fue elegido procurador a Europa, junto al mencionado Padre Vázquez Trujillo, en la segunda congregación llevada a cabo en Córdoba en el mes de febrero de 1614, presidida por el Padre provincial Diego de Torres. Solo viajo el Padre Viana, llevando varias propuestas a la Santa Sede como la canonización de San Ignacio, el título de fundador del colegio de Tucumán para don Francisco Salcedo y el de bienhechor insigne al obispo Trejo. También solicitó al Padre general y fue concedido, que los novicios en su segundo año de estudio comiencen a aprender las lenguas indígenas. El Padre Viana murió en Córdoba el 28 de febrero de 1623, mientras ocupaba el cargo de rector del Colegio Máximo de Córdoba, siendo acompañado en ese entonces por el Padre Vásquez Trujillo como secretario.
La expedición del Padre Viana fue la segunda que llegó desde Europa a la provincia del Paraguay, arribando varios extranjeros que castellanizaron sus apellidos para poder embarcarse4. Entre los nombres destacados figuran el artista francés Luis Berger, el militar Antonio Bernal5 y dos jóvenes que, como todos, concluyeron sus estudios en Córdoba, pero que alcanzarían el martirio. Nos referimos a Diego de Alfaro y Alonso Rodríguez, este último abrazando la santidad junto a Juan del Castillo y Roque González de Santa Cruz. El número de embarcados difiere entre los nombres de los 25 autorizados, los 29 que nos trae Leonhartd y los 37 que señala Viana. A pesar que el mismo Leonhardt aclara que a último momento se embarcaron algunos extranjeros. Efectivamente el Padre Viana solicitó licencia concedida por el Consejo de Indias para embarcar 25 religiosos6 para llevar a Tucumán y Chile el 20 de octubre de 1614, aunque por no haber dinero en la Casa de Contratación de Sevilla la autoridad real aconsejó supliera los costos la misma Compañía de Jesús.
Cuenta su partida desde el puerto de Lisboa el 4 de noviembre de 1616, arribando a Buenos Aires el 15 de febrero del año siguiente. El viaje se realizó con una flota que llevaba al flamante gobernador del Brasil junto a otra expedición de jesuitas para esas tierras. La navegación fue normal y es habitual la descripción de una tormenta con sus consabidos temores. Pero la misma aconteció tempranamente, lo cual hizo pensar en volver a Lisboa o a Galicia. Pero los fuertes vientos llevaron la nave al continente africano, donde ya calmado continuaron el viaje. No sin dejar[...]

Diccionario de fotógrafos españoles - Jalón Ángel

Título :  Diccionario de fotógrafos españoles. Del siglo XIX al XXI
Dirección: Oliva María Rubio
Publicación: La Fábrica y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2013
Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
Formato: pdf
Ficha


Ilustres navarros, por Javier Ibarra

Títulos:
Autor: Javier Ibarra y Murillo
Año: 1951 - 1953
Fuente: navarra.es

Miguel de Unda y Garibay, superintendente de las minas de Almadén

Título: Almadén y sus Reales Minas de Azogue en el siglo XVIII
Autor:  Gil Bautista, Rafael
Fecha de publicación: 2012
Editor: Universidad de Alicante
Fuente: Universidad de Alicante
Ficha
PFD
Firma y rúbrica de don Miguel de Unda y Garibay - 1704
Un navarro en tierras calatravas: Miguel de Unda y Garcés de Garibay (Viana, 1649 - Almadén, 1709)
Tras la tercera y última legislatura del caballero calatravo don Fernando Caniego de Guzmán, quien ejercía como gobernador de Almagro y su partido en lo años finiseculares del Seiscientos, llegará el maestre de campo don Miguel de Unda y Garibay en febrero de 1697, a pesar de que su nombramiento se había producido en el otoño de 1696.
Por su partida de bautismo sabemos que fue sacramentado en la iglesia parroquial de Santa María de Viana el 2 de junio de 1649. En ella aparece como hijo de don Juan de Unda y López de Mirafuentes y de Casilda Garcés de Garibay y del Bayo, ambos naturales de la misma ciudad vianesa. De igual forma están registrados tanto los abuelos paternos (don Juan de Unda y Tejada y Mauricia López de Mirafuentes) como maternos (don Juan Garcés de Garibay y Polonia del Bayo).
Los dos linajes son de larga trayectoria entre las familias más significativas del lugar. La presencia de los Unda está datada al menos desde el siglo XVI, cuando llegaron desde tierras vizcaínas y fundaron casa palacial solariega, que aún se conserva en el corazón histórico de la población. El padre de nuestro superintendente había ejercido de procurador secular en 1654 y de nuevo unos años después, en 1661, y figura en la relación de hijosdalgo de la localidad.  Por la rama materna también los Garcés de Garibay eran oriundos de Viana. De hecho, tanto su abuelo como su tío (de igual nombre, Juan Garcés de Garibay) habían tenido una sólida formación en leyes y habían participado en hechos de armas, de tal forma que su abuelo fue prisionero en la guerra de Cataluña de 1641, lo que le acarreó mas de un año de encierro en una cárcel pública de Barcelona y la pérdida de parte del patrimonio para poder pagar el rescate que lo liberó. De su tío, primogénito de esta rama familiar, heredaría mas tarde el derecho a tomar asiento en las Cortes navarras, lo que sucedería en los años 1662, 1667, 1695 y 1705.
Miguel formó parte de una extensa descendencia, pues se han encontrado hasta nueve vástagos del matrimonio entre Juan de Unda y Casilda Garcés de Garibay, aunque al menos tres de ellos fallecieron. Él era el segundo hijo en el momento de su nacimiento; no obstante, la muerte prematura del primer varón, Juan Bautista, le convertiría a la larga en el heredero legítimo de ambos apellidos.
[...] Su vida sentimental estuvo marcada por la tragedia. Su primera mujer, la vallisoletana Josefa Gabriela Núñez de Prado y Montero de Espinosa, con la que contrajo matrimonio en el otoño de 1680 en la misma iglesia de Santa María que le vio recibir aguas bautismales, falleció en breve. De este primer desposorio nacerían dos hijos, Antonio (Viana, 26-02-1681) y Josefa Micaela (04-03-1652), a la que luego encontraremos desposándose en Almadén en los primeros años del siglo XVIII. Para tal acontecimiento social el propio gobernador tuvo que otorgar poderes y manifestar su consentimiento, al ser menor de veinticinco años su hija. Así lo reflejó ante el escribano Diego José Dávila,

por quanto para el servicio de Dios nuestro señor y mediante su divina grazia tengo tratado y ajustado el casamiento de la dicha mi hija con Don Francisco Queipo de Llano, señor que fue de la villa de Quintanilla, Pobladura y de Graja, residente en la villa de Madrid.

Con su segunda esposa, Clara Gregoria de San Vicente y Belardia, tuvo otra niña, de nombre Dorotea Manuela Juana, nacida igualmente en Viana en junio de 1686. No hay registro de su desposorio en esa ciudad, lo que hace pensar que el enlace se efectuaría en la parroquia que tenía asignada su mujer. Pero lo que sí hemos podido constatar, por la rica información que nos suministran los protocolos notariales, es que su hija, una vez fallecida su madre, obtuvo los beneficios económicos que un tío suyo, capitán en los ejércitos de Flandes, le legó. Se trataría de don Antonio de San Vicente y Belardia, oriundo de Miranda de Ebro, del que Dorotea heredó dos censos que éste poseía contra los bienes propios de la villa toledana de Sonseca, y que en 1704 reclamó don Miguel en nombre de su hija.
El tercer enlace matrimonial se efectuó durante el verano de 1694 en la iglesia parroquial de san Cernín o San Saturnino de Pamplona, de igual nombre que la majestuosa iglesia de peregrinación de Toulousse. Tuvo un matiz diferente a los dos anteriores, pues no sólo se casaron hermano y hermana vianeses con hermana y hermano pamplonicas (doña Leonor de Unda estaba casada con el primer conde de Ripalda, don Esteban Joaquín Ripalda y Marichalar desde hacía diez años), sino que, como se puede comprobar en el texto que se acompaña, el enlace se efectuó por poderes, depositando su confianza en un familiar directo de la que a partir de ese momento iba a ser su mujer. Al evento acompañaron como testigos lo más granado de la sociedad pamplonesa, como eran el capellán mayor del convento de las Agustinas Recoletas y familiar directo de la contrayente, el vizconde de Arga, o el marqués de San Miguel de Aguayo, entre otras personas. 
Con doña Antonia de Ripalda llegó a Almadén y tomó posesión en las postrimerías del Seiscientos. Ella le acompañó en los duros momentos de las pesquisas que se le siguieron y con ella vivió los que serían los últimos quince años de su vida. También en ella encontró el respaldo cuando tuvo que empeñar su patrimonio personal (las joyas familiares) para abonar el pago de las nóminas de los empleados en aquellos recintos mercuriales en 1700. Y, finalmente, sería ella, como depositaria de las últimas voluntades de su marido, tras el óbito de éste, producido el 24 de agosto de 1709, quien le diera sepultura, 

en la conformidad siguiente, que el cuerpo de su marido fuese amortajado con su manto capitular como lo mandan las definiciones de Calatrava y depositado en el convento del sr. San Antonio de Chillon y se le diese en él misa de cuerpo presente con diaconos y en esta parroquial y en la de Chillon otra, y el dia siguiente tres de novenario, la una cantada, misa de alma y por su alma dos mil misas rezadas, la limosna a dos reales y medio, quarta parte en la colecturía desta parroquial y las demás en dicho convento (…) y asimismo instituye una memoria perpetua de vigilia y misa cantada el dia del sr. San Luis por su alma, y que a dicho convento se le diese de limosna zien ducados; y se diese a la fabrica de Jesus Nazareno desta villa otros zien ducados.

De la lectura de esta partida de defunción hemos de suponer que no le sucedió ninguno de sus hijos, pues se cita como albacea y única heredera a doña Antonia, la cual cumplió escrupulosamente con lo establecido por don Miguel. Tal es así, que el 25 de agosto se levantó un acta notarial ante el escribano real, don Manuel Antonio de Santaella Verdejo, en la que se relata como

se deposito en un hueco que esta echo nuevamente al lado del Evangelio del altar mayor de este convento, entre el altar de nuestro señor seráfico padre San Francisco y el arca de los Santos Oleos, y que es el mismo cuerpo que estaba metido en una caja attaud forrada en terciopelo labrado negro y forrado por dentro con tafetán de doblete senzillo de la misma color, con su llave y zerradura, que estara en la iglesia de dicho convento, asta tanto se traslade dicho cuerpo difunto o sus guesos a qualquiera de las capillas o entierros que tiene en la ciudad de Viana del Reyno de Nabarra.

A continuación, describe cómo se abrió de nuevo el ataúd para comprobar que efectivamente estaba el difunto ataviado con la vestimenta calatrava y cómo se le entregó simbólicamente la llave al padre guardián del convento. Desde ese instante se le responsabilizó de la custodia del cuerpo junto a fray Francisco García (uno de los monjes franciscanos residentes), insistiéndoles en que no pondrán ningún reparo o impedimento, ni ellos ni los que les sucedan en el futuro, cuando la familia o sus herederos decidan trasladar los restos hasta tierras navarras. 
Atrás quedaban doce años de servicio a la corona. No fue precisamente una trayectoria cómoda la que tuvo en Almadén. En la segunda mitad del Seiscientos y sobre todo las últimas décadas de esa centuria la producción de azogue, tan necesario para las minas novohispánicas, se había estancado, cuando no mermado. Cuando don Miguel de Unda propuso relanzar los descubrimientos que se habían practicado en Almadenejos y en El Castillo, abandonando los antiguos filones del Pozo y de la Contramina, los capataces, veedores y mineros que tenían asegurada la faena en estas galerías se enfrentaron abiertamente a las directrices marcadas por el nuevo superintendente. 
Por muy caballero calatravo que fuera, lo que en un principio guardaba sintonía con los nombramientos precedentes, lo que realmente estaba en juego (amén de las prebendas y privilegios pretéritos que hemos apuntado) era una lucha soterrada por el control de tan significativa mina. El Consejo de Hacienda, que había fiscalizado la gestión desde que estas cárcavas mercuriales volvieran a manos del Estado tras el largo arrendamiento a los Fúcares, no quería perderla. Mientras, el Consejo de Indias, del que dependía el envío del azogue a tierras americanas, respaldaba que la persona que las dirigiera fuera Unda Garibay, ya que en los años inmediatamente anteriores y posteriores al cambio de centuria en que este gestionó la explotación minera la producción de tan preciado metal se vio incrementada sustancialmente. 
Pero lo más meritorio e importante [...] es que lo consiguió bajando el costo por quintal de azogue producido, es decir, que optimizó los siempre ajustados recursos económicos de aquellos años.
A pesar de todo hasta en tres ocasiones se le hicieron pesquisas. La primera, ante las quejas de los oficiales y trabajadores se remitió al Consejo de Hacienda. Este organismo envió en visita de inspección a Domingo de Urbizu, alguacil mayor de la Casa de Contratación, en el otoño de 1699. Este ratificó que era más viable y menos costoso para el erario público avanzar en los nuevos filones que en los antiguos, pero sometida la propuesta a votación de la junta de capataces, estos consiguieron que se retomaran la Contramina y El Pozo. 
Nuevamente en 1700 arreciaron las quejas, sobre todo porque, según los oficiales más veteranos, se daba mayor carga de trabajo a los nuevos pozos. El visitador elegido era otro caballero calatravo, don Fernando Caniego, hombre bastante experimentado en la administración minera, aunque no pudiera presumir precisamente de sus logros, pues, además de levantarse pesquisas también contra él (de hecho fue despedido en 1677 por corrupto a instancia del visitador Antonio de Torices), durante sus tres mandatos la inanición y la desidia fueron sus señas de identidad. Esta investigación puede resumirse nuevamente en los resquemores y las acusaciones entre ambos. Caniego boicoteaba en lo posible las decisiones de Unda, llegando incluso a autorizar excursiones para que los trabajadores acudiesen al teatro y a las corridas que se celebraban en Chillón, y el vianés correspondía mandando 
cartas al rey hablando de la impericia y desatinos de Caniego. Ambos recurrieron a sus respectivos Consejos buscando apoyos. Las indicaciones de estos, como no podía ser de otra forma, fueron contradictorias pero las dos partes coincidían que se observaran mutuamente y se cuestionasen las decisiones que el otro tomara.
No acabaron ahí los quebraderos de cabeza del navarro. En 1704 un nuevo visitador, don Fernando Araujo y Rivera, enviado por el Consejo de Hacienda, se presentaba en Almadén. Las acusaciones eran de lo más variado, desde haber comprado un número excesivo de esclavos (a los que incluso les permitía llevar capa y espada), a tener un trato de favor hacia aquellos técnicos que trabajaban en las galerías recién descubiertas, o haber puesto nuevos hornos en marcha a sabiendas de que los antiguos eran suficientes… Lo cierto es que este visitador le exoneró de todas las acusaciones de parcialidad. Es más, otro visitador que acudía a realizar visita ordinaria, pues tras un periodo de tres años estaba establecido que se supervisase la administración de aquellas fábricas mercuriales, también declaró inocente a Unda y Garibay. Por ello parece desafortunada otra nueva pesquisa, casualmente del que más tarde sería su sucesor, don Diego de Valdés y Girón (caballero santiaguista para más señas) a instancias del Consejo de Hacienda, de la que también salió exculpado. 
Tanta averiguación supuso para la mina el más absoluto desgobierno, lo que se refleja claramente en los escasos días en que cocieron los hornos y en la exigua cosecha de azogue que se obtuvo; y para nuestro superintendente, un desgaste emocional (por sentirse permanentemente cuestionado), físico (pues con su presencia en las fundiciones inhaló gran cantidad de vapores tóxicos, incluso le acarreó la pérdida de visión en el ojo derecho) y patrimonial considerable, ya que tuvo unas mermas sustanciales de ingresos. 
A pesar de que finalmente en 1708 se le reconociera por parte de la Corona todos los esfuerzos que había realizado (reconocimiento en el que inclusive contó con el flamante título de superintendente de la recién creada Junta de Azogues), su precaria salud hizo que después de intentar luchar contra las tercianas que aquellos terribles años azotaron gran parte de la península, falleciera a los sesenta años. Visto todo lo anterior es más que comprensible que no quisiera reposar en la parroquial y que pidiera a su mujer que su cuerpo descansase en el convento de san Antonio con la esperanza de partir algún día hacia el Norte, hacia su Viana natal.


Véase también Miguel Unda y Garibay (1649 - 1709) en este mismo blog.

Caballeros de la Orden de Carlos III



Blas Echalecu y Aldunate (22-06-1816)

Francisco Javier Echalecu y Aldunate (22-03-1828)

Francisco Javier Estanga y Ustarroz (7-11-1816)


Fuente:
  • Extracto de los Expedientes de la Orden de Carlos III. 1771-1847. Tomo IV. Escrito por Vicente de Cadenas y Vicent

Vianeses en el Archivo General de Indias

Título: Diccionario Biográfico Vasco: méritos, servicios y bienes de los vascos en el Archivo General de Indias
Autor: José Garmendia Arruebarrena
Publicación: Donostia, Eusko Ikaskuntza, 1989
Fuente: http://www.euskomedia.org
PDF

Diccionario biográfico vasco: méritos, servicios y bienes de los vascos en el Archivo General de Indias
Méritos y  servicios

Blas Echalecu y Aldunate, presbítero, chantre y canónigo de la iglesia de Santiago y juez de Cruzada. Hijo de José Manuel Echalecu y Josefa Aldunate. Natural de Viana (Navarra). Estudió Fil. en Pamplona y Logroño. Leyes en las universidades de Zaragoza, Huesca y Oñate. Canónígo de Ávila a Santiago. Cádiz, 4 may. 1810 (I.G. 248)

Roque Garcés de Garibay. 36 años de servicio principalmente en Navarra. Su padre Miguel sirvió más de 26 años en las guardias de Navarra y Juan Garcés de Garibay, su abuelo, hizo señalados servicios en Viana, Flandes, Artajona y Fuenterrabia (sin fecha) (1, G. 160). De Juan Garcés de Garibay, vecino de Viana, testamento, años 1621 (I.G. 1263).

Joseph Antonio Lacayo de Briones, comandante de las Milicias de la plaza de armas de la ciudad de Granada y del castillo de Río de San Juan en el reino de Guatemala. Natural de Viana en Navarra e hijodalgo notorio. En 1707 se le nombró por capitán de una de las compañías de milicias de la ciudad de Granada en Guatemala y en 1710 por sargento mayor del tercio de la provincia de Nicaragua. Subdelegado, tesorero administrador de la provincia. Se ofreció voluntariamente a desalojar irrupciones del enemigo Zambo Mosquito, supliendo por sí los gastos de esta expedición. Dio 410 pesos y suplió 1200 por la c. Síndico general, dos veces alcalde y regidor y juez executor de la Santa Hermandad. Desvaneció dos tumultos sediciosos, ocurridos en la ciudad de León. Gobernador interino de la provincia de Nicaragua y Costa Rica. En 1743 nombrado maestre de ciudad; el de 1744, comandante genenral del tercio de milicias de infantería y caballería y del castillo del Río de San Juan. En 1745 se le confirió el comando de las armas y tropa reglada. 50 años de servicio, no le ha resultado cargo alguno en sus residencias. En 1777 fue nombrado por D. Pedro de Ozaeta, oidor de la Real Audiencia de Guadalajara, tesorero y administrador del papel sellado. Madrid, 10 dic. 1759. Juan Joseph de Arquinarena. (I.G. 170).

Bienes de difuntos en contratación

Juan Clavijo, natural de Viana (Navarra) falleción en Indias. Año 1668. Contrat. 452 falleció en Potosí con fundaciones. Año 1631. Contrat. 529.

Francisco de Ibañez, capitán, natural de Viana (Navarra) y f. en la mar con testamento. Año 1639. Contrat. 395.

Joseph Ortiz de Zárate, natural de Viana en Navarra, falleció en Santiago de Queretaro ab intestato. Año 1747. Contrat. 582

Juan Sainz de Mendieta, capitán, natural de Viana (Navarra) y falleció en Sevilla. Año 1636. Contrat. 388

Joseph Zárate y Ortiz, natural  de Viana (Navarra) y falleció ab intestato en Querétaro. Año 1753. Contrat. 5617.

Diego Prudencio de Florencia y Carrillo (s.XVII), comediante


Fue un comediante conocido como Diego Carillo, natural de Viana, que vivió durante el siglo XVII. Su verdadero nombre era Diego Prudencio de Florencia y Carrillo. Se casó el 16 de marzo de 1653 en la iglesia de Nuestra Señora de San Lorenzo, Valladolid, con María de Santa Cruz, "representanta", cuyo nombre artístico era María de Escamilla. Tuvieron un hijo llamado Gerónimo Carrillo. Hizo con notable aceptación todos los papeles, aunque no fue célebre en ninguno en particular, si bien no hizo nunca de galán. Estuvo muchas veces en Valencia. En 1655 estaba en la compañía de Francisco García, el Pupilo, y su nombre figura entre los actores de la compañía de Rosa, Osorio y el Pupilo a los que se prohibió salir de Madrid en 1657. En 1658 estuvo en Zaragoza, donde hizo con el grupo del Pupilo cincuenta actuaciones antes del 15 de febrero en que debía volver a la corte para representar comedias nuevas, entre las que estuvieron El ángel de la guarda de Juan de Matos, Las sabinas de Coello y Arias y Celos de amor y cordura de Juan de Arroyo y Velasco, que refundía una obra anterior de Coello. En 1659 estaba en la de Sebastián de Prado. Se trata propablemente del "Carrillo" que aparece en El vestuario, de Moreto, durante los autos del Corpus en Madrid en 1661, con la compañía de Antonio de Escamilla. Es quizás en "Diego" que actuó antes de 1663 en el entremés de Las visitas de Rodriguez de Villaviciosa, junto a Manuela de Escamilla de 1663 a 1665. El último cabildo de Madrid en el que aparece su nombre es el de 28 de marzo de 1667, pero en la década de los setenta actuó con Antonio de Escamilla en 1672, con quién representó el entremés El escolar y el soldado, que se hizo con el auto ¿Quién hallará mujer fuerte?, ambos de Calderón. También con el grupo de Escamilla hizo la Loa a los años de su alteza, que antecedió a una comedia en palacio, en la que también actuó su esposa María de Escamilla. En 1673 estaba con Félix Pascual y pasó de nuevo a la compañía de Escamilla entre 1675 y 1676. Perteneció a la cofradía de Nuestra Señora de la Novena.
Su esposa María de Escamilla era hija de Juan de la Cruz y Francisca Díaz, e hijastra de Antonio de Escamilla también actor.
Su hijo Gerónimo Carrillo casó en Granada con mujer de fuera de la comedia, enviudó y prosiguió en su ejercicio haciendo segundos graciosos y cuartos galanes. Murió en Cádiz como costa por loa carta de difuntos de 1689. Estuvo en Valencia haciendo terceros galanes en 1680 e la compañía de Joseph Verdugo. Volvió a Valencia haciendo cuartos galanes en el año de 1685 en la compañía de Antonio de Escamilla. 
Prudencio de Florencia fundó una memoria de misas en las iglesias parroquiales de Viana, asignando una casa con bodega en Viana, tasada en 859 ducados de principal y 35 de renta y 200 ducados que no se llegaron a desembolsar. Su nieto Florencio Carrillo la convierte en una capellanía colativa de una misa a la semana según escritura de fecha de 26 de abril de 1675.

Fuentes
  1. El teatro en Viana en los siglos XVI y XVII. Juan Cruz Labeaga. Revista Príncipe de Viana, Año nº 56, Nº 205, 1995, págs. 527-548
  2. Genealogía, origen y noticias de los comediantes de España. Anónimo. Edición N. D. Shergold, J. E. Varey. Londres 1985.
  3. Boletín de la Real Academia Española. Febrero de 1919. Año VI. Tomo VI. Cuaderno XXVI
  4. Loas, entremeses y bailes de Agustín de Moreto. Estudio y edición de Mª Luisa Lobato. Kassel 2003.
  5. La música en La Casa de las Comedias de Valencia durante el siglo XVII. Folklore en el escenario. Miguel Ángel Pico Pascual. Revista de Folklore, Año 2004, tomo 24b, nº 286
  6. Sobre la elaboración de un Diccionario biográfico de actores del teatro clásico español y sus antecedentes. Teresa Ferrer Valls.
  7. El ojo de la aguja. Fundaciones religiosas testamentarias en la vicaría de Viana (1580-1805). Julio Luis Arroyo Mediano

Miguel Unda y Garibay (1649 - 1709)

Juan de Unda y López y Casilda Garibay y el Bayo, ambos nacidos en Viana, tuvieron dos hijos, Miguel y Leonor. 

Miguel de Unda y Garibay, nació el 1 de junio de 1649, también Viana. Fue Caballero de Calatrava y regidor de la ciudad de Viana. Sucedió en el mayorazgo y derecho de asiento de su abuelo Juan Garcés de Garibay. Fue convocado con llamamiento personal a las Cortes de 1662 y 1677. A la reunión de este último año, sin embargo, acudió como procurador de la ciudad de Viana, de la que era regidor. En 1690 obtuvo gracia de llamamiento perpetuo en virtud de los méritos militares de sus antepasados.
Formado en la burocracia real, llegó a ocupar una silla como miembro del Consejo de Indias en el año 1696, durante el reinado de Carlos II. Ocupó también alto cargo en la corte como maestre de campo y caballero de la orden de Calatrava.
En plena crisis de las minas de mercurio de Almadén, en octubre de 1696, fue nombrado superintendente de las minas, aunque no comenzará a ejercer su cargo hasta 1697, hasta su muerte. El nuevo superintendente se mostró no sólo activo y eficaz, introduciendo el uso explosivo de la pólvora en labores subterráneas y de forma controlada, sino también afortunado, ya que en 1699 se descubrieron tres nuevas minas de gran importancia. Dos de ellas, la Mina del Castillo (1697) y la de la Hoya, (1699) ésta última también llamada del Pozo, se hallaron en Almadén, en lo que llamamos Ramo Mina; la tercera se descubrió en un pueblo distante de Almadén unos once Kilómetros, llamado Almadenejos (1699). En estas condiciones, en 1702, se llegan a extraer 12.000 quintales que se envían desde Almadén a Sevilla, que posteriormente alcanzaría México para la minería de la plata.
Fue acusado de fraude y separado de la dirección en varias ocasiones, y al final fue absuelto de todos los cargos un año después de su muerte. 
Tantas vicisitudes en el desempeño de la labor administrativa y técnica hicieron mella en su salud que padeció varias enfermedades. Al final unas fiebres tercianas acabaron con el vida el 24 de agosto de 1709 en el palacio de los superintendentes de Almadén.
Por ironías del destino pocos días antes de caer enfermo le concedió, a consulta del Consejo de Indias de 6 de junio de 1708, una pensión vitalicia de 2.000 pesos en premio al celo, amor, aplicación e inteligencia con que había servido a SM en Almadén, y el ahorro que gracias a su buena administración había tenido la Real Hacienda.

Se casó el 20 de octubre de 1680 en Viana con Josefa Gabriela Nuñez de Prado y  Montero de Espinosa, nacida en Valladolid el 5 abril 1659. De este matrimonio nació su hija Josefa Micaela.

Volvió a casarse el 11 de julio de 1694 en Pamplona con Maria Antonia Ripalda y Marichalar.

Su hermana Leonor se caso con Esteban Joaquin Ripalda y Marichalar, primer conde de Ripalda y Caballero de Santiago.

Su madre, Casilda de Garibay y Bayo, era hija de Juan de Garibay y Daoiz y de Polonia del Bayo Irigaray. Su padre, Juan de Unda y López, era hijo de Juan de Unda y Mauricia López. Se casaron en Viana el 3 de julio de 1647.


Palacio de Unda y Garibay
Se localiza en la plaza del Coso, haciendo esquina con la calle Algarrada. Se trata de una monumental edificación que debió construirse en la segunda mitad del siglo XVII, dentro del plan de urbanización de la plaza del Coso. Forma un gran bloque con tres fachadas, en las que se suceden dos cuerpos de sillería y ladrillo más un ático, también de ladrillo, que forma una galería de arquillos dobles con balconajes que unifica  el conjunto lo mismo que un alero con remate de ménsulas talladas en madera. La fachada principal, vista al Coso, se abre en uno de sus extremos en un portalón de esquema recto, formado por labores de almohadillado alternante, en la actualidad retocado  para ampliar su luz. Las demás fachadas carecen de tal empaque, presentando un elevado número de ventanas, algunas del frente posterior enriquecidas con por vistosas rejas originales con coronamientos envolutados y cruces. En una de las esquinas que asoman a la calle Algarrada se localiza un blasón de la segunda mitad del siglo XVII, timbrado de yelmo, de campo cuartelado, aunque sus divisas han desaparecido al estar pintadas. La mansión alberga en su interior un patio de luces, de planta cuadrada y muy desarrollado en altura con tres cuerpos, las dos superiores de balcones adintelados, cuyos enmarques se reducen a sencillas fajas planas con orejetas. El recinto se cubre por una media naranja con linterna sobre pechinas.
Palacio de Unda y Garibay en 1916
Palacio de Unda y Garibay. Fachada principal a la plaza del Coso
Palacio de Unda y Garibay. Fachada lateral a la calle Algarrada
Palacio de Unda y Garibay. Escudo
Palacio de Unda y Garibay. Fachada trasera a la calle Algarrada
Bodega del palacio con su actual propietario
Fuentes:

Faustino Dueñas Arbizu (1887 - 1960)


Biografía escrita por sus hijas, Victoria Dueñas Arzola y Elena Dueñas Arzola, en 2011.
Formato: doc

Diego Núñez de Florencia (s.XVI)

Título: Historia de la ciudad de Computo, vulgarmente Alcalá de Santiuste...
Autor: Miguel de Portilla
Fecha: 1728
Fuente: Books Google
Formato: Google ebook


Según este libro y también en el libro "Epitome de la vida del V.P. Juan de Viana" de Juan Bautista Lanciego y Eguilaz  (en este blog),  en la Capilla de San Ildefonso de la Iglesia de la Compañía de Jesús de Alcalá de Henares, al lado del Evangelio, que llaman comunmente de los Florencias, hay un epitafio que dice:

Aquí yazen Diego Nuñez de Florencia, natural de Viana de Navarra, y Isabel Cuellar, natural de Cuellar, personas muy honradas, y bien nacidas, en piedad, y Christiandad insignes: tuvieron tres hijos, y todos Religiosos de la Compañía de Jesus, el P. Juan de Florencia, El P. Geronimo de Florencia, el P. Agustin de Florencia. Tuvieron cinco hijas todas se consagraron a Dios con voto de castidad. Año de 1624.

Así mismo, el padre Lanciego cuenta que los Florencia nacieron en Alcalá de Henares.
  • Juan de Florencia (1559-1592)
  • Jerónimo (Gerónimo) de Florencia (1565-1633), fue el predicador real más destacado, juntamente con Paravicino, durante el reinado de Felipe III y parte del de Felipe IV. Su obra, constituida fundamentalmente por sus importantes oraciones fúnebres, tuvo gran proyección su época. Fue confidente de Felipe III, y al que se atribuye una participación muy directa en la redacción de las mandas de su testamento. Con el nuevo rey Felipe IV, esta situación privilegiada se mantuvo como revela su nombramiento de confesor de los infantes don Carlos y don Fernando, y el formar parte de la famosa Junta de Reformación, entre otras.
  • Agustín  de Florencia (1574-1615) 
Soneto "A un libro de doce sermones que imprimió el padre Florencia, de la Compañía de Jesús", por Luis de Góngora. Dedicado a Jerónimo de Florencia

Doce sermones estampó Florencia, 
orador cano sí, mas, aunque cano, 
a cuanto ventosea en castellano 
se tapa las narices la elocuencia. 

Humos reconocí en Su Chimenencia
de abstinente no menos que de vano, 
pues que por un capón deja un milano: 
¡oh bien haya tan rígida abstinencia! 

En su religión santa, de modesto 
nunca ha querido lo que no le han dado:
¡oh bien haya modestia tan ociosa! 

En Palacio más mucho de lo honesto
del dueño solicita, y del privado:
¡oh mal haya ambición tan ambiciosa!


Otras referencias:

Pedro Matías de Goñi (1647 - 1712)

Fue un jesuita vianés, nacido el 20 de mayo de 1648. Fueron sus padres Gregorio de Goñi y Gerónima Fernández de la Pila. Se licenció en Artes y Teología en la Universidad de Alcalá de Henares. Entró a la Compañía de Jesús en Logroño en  1671, y años después fue destinado a servir en la Nueva España. Participó en la fundación de la misión de Yécora (Sonora, México) en 1677, y en 1679, año en que se ordenó sacerdote en la ciudad de México, estuvo en Nío (Sinaloa, México).

Mapa de Baja California como una isla, c.1650 (Fuente Wikimedia Commons)


 Mapa de Baja California como una isla, copiado de un manuscrito del Padre Kino de 1696. (Fuente Biblioteca del Congreso, EE.UU.)

Entre los años de 1683 y 1685 formó parte de las expediciones que el almirante Isidro Atondo y Antillón hizo a Baja California, junto con el jesuita Eusebio Francisco Kino, con quien estuvo primero en La Paz, y después en la colonia y misión de San Bruno, al norte de Loreto. El propósito de los viajes realizados era fundar misiones para la evangelización de los naturales, y buscar un sitio adecuado en la costa del Océano Pacífico para establecer un puerto que sirviera de escala al galeón  procedente de las Islas Filipinas
1 Mazatlán. 2 Nío. 3 La Paz. 4 San Lucas, hoy Agiabampo. 5 San Bruno. 6 San Isidro. 7 Conunchó o Conchó. 8 Yaqui. 9 San Juan Bautista en la actual  Bahía Kino. 10 Isla del Carmen. 11 Puerto de Año Nuevo o Boca de SanG regorio. 12 Isla de Tiburón. Las flechas de llegada y regreso en la esquinainferior derecha indican procedencia de Chacala y rumbo al sur a ese puerto

Dos navíos con un numeroso contingente zarparon de Chacala hacia California vía Mazatlán, en la media noche del 17 de enero de 1683, y el 1º de abril de ese año llegaron a su destino inicial, en lo que hoy es La Paz. Al principio de su estancia en ese lugar, los viajeros no tuvieron mucho problema para atraer a los nativos con las acostumbradas dádivas, y llevaron a cabo algunos reconocimientos de las regiones cercanas.

El padre Matías Goñi acompañó alalmirante Atondo junto con algunos soldados hacia el país habitado por los coras, de filiación guaycura, y el misionero empezó a estudiar seriamente el idioma de estos indios, mientras que Kino hacía lo propio con otra variante de esa lengua.

Sin embargo, la falta dealimentos y una creciente hostilidad de los nativos provocada por los mismos españoles, creó, segúnla opinión de muchos expedicionarios, una situación insostenible.

A fines de junio de 1683, para resolver la situación de acuerdo con la opinión de la mayoría, Atondo citó a un Consejo de Guerra para decidir si se quedaban o se iban y los únicos que no manifestaron temor ni deseos de abandonar la colonia fueron los padres Goñi y Kino. En estas críticas circunstancias, los expedicionarios tuvieron que regresar a las costas de Sinaloa, reabastecerse y dirigir sus exploraciones ahora al norte de Loreto en la región que llamaron San Bruno, en donde empezaron a formar una colonia el 5 de octubre. Desde San Bruno se hicieron importantes exploraciones, en algunas de las cuales estuvo el padre Goñi, aunque no participó en la más importante, cuando salieron de San Bruno el 14 dediciembre de 1684 al litoral del Océano Pacífico, atravesando la sierra de La Giganta. Una de las salidas en las que el padre Goñi sí acompañó al almirante Atondo fue la que se hizo tratando de llegar a Bahía Magdalena; en este viaje que comenzó el 16 de febrero de 1685, iban 21soldados, un arriero y herrero, un esclavo, cuatro indios cristianos de tierra firme, varios indios amigos de San Bruno, y una recua de mulas con provisiones para veinticinco días.

La expedición la encabezaban Atondo y Goñi, ya que Kino se había quedado en San Bruno, y se dirigió primero a San Dionisio que sería su base de operaciones. Los exploradores regresaron a San Bruno vía San Dionisio el 6 de marzo de 1685, sin haber llegado a su destino por la fatiga de los animales y lo difícil del terreno. En el viaje se recorrieron unos 160 kilómetros, se tocaron unas 25 rancherías, algunas con una población de 200 a 400 personas, a quienes Atondo describe así:
...los nativos eran corpulentos, robustos, de buena presencia, y más numerosos que ningunos antes vistos en California. Era notable que tenían casas, pequeños jacales de ramas y matorrales. Esta era una novedad.
Para este tiempo, una sequía de 18 meses impedía una mínima producción agrícola, el escorbuto hacía presa de muchos soldados, se necesitaban provisiones, los pozos de agua de San Bruno se habían salado, y los misioneros reportaban la realización de muy pocos bautizos. La situación que se menciona distaba mucho de las expectativas puestas en las expediciones, sobre todo después de un gasto muy elevado del erario real. Esto decidió a Atondo a abandonar California y esperar tiempos mejores, por lo que el 6 de mayo de 1685 salieron los maltrechos colonos en dos navíos, uno hacia la costa de Sonora y el otro a Sinaloa, a donde llegaron el día diez. Todavía Atondo realizó otra expedición el 14 de julio primero hacia La Paz y después a otros lugares con la intención de sacar perlas, lo cual podría inclinar otra vez el interés del rey por la colonización de California. Aunque en ocasiones se obtuvieron perlas de buena calidad, algunas de las cuales fueron obtenidas de mujeres indígenas que las intercambiaban con los españoles porcuchillos y otras baratijas, el beneficio neto nunca justificó el gasto y esfuerzo realizados. Siempre en busca de víveres y equipo, Atondo y Goñi viajaron varias veces a Sinaloa, en donde finalmente el misionero prefirió quedarse. Para octubre Atondo se había regresado a Matanchel, la empresa había sido otro fracaso, y Goñi la resumió diciendo que no se habían sacado más perlas porque sencillamente no había más. El otro misionero de aquellas expediciones, el padre Copart, se fue a Guadalajara al igual que Kino, y así se cerró uno de los primeros capítulos enque se intentó colonizar la península.

Años mas tarde el Padre Kino, continuaría su labor evangelizadora por Baja California, Sonora y Arizona.

Pedro Matías de Goñi fue después superior del Real Colegio de San Ildefonso (ciudad de México), y murió en Guadalajara (México) el 21 de febrero de 1712 (otras funetes dicen en Cidada de México).

FuenteScrib. Misioneros Jesuitas en Baja California. Antonio Ponce Agilar.

Otras referencias:

Juan González de Legaria (s.XVIII), escritor

Título: Obra Nueva y muy gustosa para reyr y passar tiempo. Cuenta lo que le aconteció a un Soldado con un Gato que le llevó una libra de atún, y a una moza otra libra de ternera, y las amenazas que el Soldado, y moza hacen al Gato, al modo del romance que dice, mira Zayde que te aviso. Y otro romance que en respuesta da el Gato, con un Villancico al fin.

Autor: Gonzalez de Legaria, Juan.  El autor se cita: "natural de la Villa de Viana". 






Ejemplares
Lisboa - 1608
Aqui se contiene una obra nueva, graciosa, y muy gustosa para reyr, y passar tiempo y es un cuento que le passo a un soldado con un gato y amenazandole contra el romance de Zayde
Autor: Gonzales de Legaria, Juan
Impresor: Álvarez, Vicente. Lisboa
Fecha: 1608
No se conoce ejemplar en la actualidad  

Cuenca - 1632
Una obra nueva graciosa. Y es un cuento que passo a un soldado con un gato, con un villancico que las gatas le dan.
Autor: onzales de Legaria, Juan
Impresor: sin nombre. Cuenca, s.n
Fecha:1632.
Ejemplar: København (Dk), Det Kongelige Bibliotek (Biblioteca Real, Copenhague. Dinamarca)

Madrid -1642
Aqui se contiene una obra graciosa y es un cuento que le passo a un soldado, con un gato, que le llevava la comida al modo del romance de Zayde
Autor: Gonzales de Legaria, Juan
Impresor: Sánchez Bravo, Carlos. Madrid
Fecha: 1642
Ejemplar: Biblioteca Británica, Londres

Barcelona - entre 1679  y 1705
Obra Nueva y muy gustosa para reyr y passar tiempo. Cuenta lo que le aconteció a un Soldado con un Gato que le llevó una libra de atún, y a una moza otra libra de ternera, y las amenazas que el Soldado, y moza hacen al Gato, al modo del romance que dice, mira Zayde que te aviso. Y otro romance que en respuesta da el Gato, con un Villancico al fin.
Un pliego de cuatro hojas sin cortar. En la portada dos viñetas: dama con rueca y caballero con espada al cinto. Texto a dos columnas. 22x15,5 cm. 
Autor: Gonzales de Legaria, Juan
Impresor: Juan Jolis en la calle de los Algodoners,, Barcelona.
Fecha:  1679 - 1705 
Ejemplar: Universidad de Cambridge. Biblioteca Digital. Cuenta con cuatro ejemplares digitalizados. Uno, con el pliego entero, sin cortar; y tres coortados y encuadernados. Imágenes con excelente resolución.

Anverso del pliego 
Ejemplar: Biblioteca de Cataluña. Barcelona. Dos ejemplares


EDICION FACSIMILAR DEL PLIEGO SUELTO - 2005
Facsimil de 2005
AQUI SE CONTIENE UNA OBRA nueva graciosa y muy gustosa, para reir y pasar el tiempo, y es un cuento que paso a un Soldado  con un gato que llevaba la comida y porque le lleva una libra de atun e hijada, y las amenazas que el le hace al modo de Romance de Gayde, justamente con la respuesta que le dio el gato al soldado con un villancico que las gatas le dan
Pliego original: desconocido
Estudio y comentario de Alfonso Fernandez Gonzalez
Zaragoza Tertulia latassa, ateneo de Zaragoza 2005
65 Paginas, edicion numerada




Título: Bibliografía de la literatura hispánica, Tomo XI
Autor: José Simón Díaz
Editor: Instituto Miguel de Cervantes, 1959
Fuente: Google Books

Gaspar de Viana ( - 1676), capuchino

Título: Luz Clarissima que desengaña, mueve, guía y aficiona...
Autor: Gaspar de Viana
Fecha: 1661
Fuente: Hathi Trust DIgital Library
Ficha
Formato: web



Título: Discursos quadragesimales literales de el Abulense, morales de los santos...
Autor: Gaspar de Viana, con prólogo de Andrés de Fuenmayor
Fecha: 1675
Fuente: Books Google
Formato: Google ebook


Referencias

Manuel Prudencio de Molviedro y Ángel (1719 - 1792), comerciante

Don  Manuel Prudencio de Molviedro fue un hombre de negocios y comerciante del siglo XVIII nacido en Viana y afincado en Sevilla.



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Nació en Viana el 10 de abril de 1719, fueron sus padres Vicente Molviedro y Gonzalez y Josefa Algel y Lacayo ambos también de Viana.
Se casó el 24 de junio de 1762 con María Rosa Ponce y Santa Olalla, natural de Marchena (2 enero 1738). De este matrimonio nacieron María Josefa, Manuela, María de la O, Rafaela y Salvador.
Entre 1767 y 1776 fue patrón de los navíos San Antonio de Padua, alias el Hércules,  y el  Nuestra Señora del Rosario. El primero partió de Cádiz hacia El Callao (Perú) el 19 de marzo de 1768 y llegó a su destino el 18 de noviembre de 1770. Luego hizo la ruta hasta Veracruz, volviendo a Cádiz en 1774.
Años más tarde figura como "asentista general de la provisión de utensilios para los ejércitos de los cuatro reinos de Andalucía".
A raíz de las reformas del barrio del Compás de la Laguna de Sevilla iniciada por Pablo de Olavide (asistente de la ciudad entre los años 1767 y 1776), compra varias parcelas y casas, y reurbaniza el barrio. Hacia 1772 tenía Casa-Palacio en la calle de la Laguna (actualmente Castelar 15-19), hoy desaparecida. La antigua Plaza del Compas de la Laguna, lleva desde 1856 el nombre de Plaza de Molviedro en honor de este ilustre vianés.


En la misma plaza mandó construir, en terrenos de su propiedad, la capilla de Nuestra Señora del Mayor Dolor, como ayuda a los feligreses de esa zona de la ciudad para que asistiesen a los cultos con mayor facilidad.  Se estrenó con muy solemnes funciones de misas y sermones el sábado 4 de septiembre de 1779. Hoy la capilla es sede de la Hermandad de Jesús Despojado.
En 1773 fue miembro de la diputación que administraba el Real Colegio Seminario de San Telmo, Sevilla.
En 1778 era miembro de la Sociedad Patriótica de Sevilla. que nació con el fin de fomentar el comercio, la industria, las artes y los oficios en Sevilla y su provincia.
Entre 1772 y 1794 , habitó el Palacio Miguel de Mañara,  en la calle Levies, nº 27  de Sevilla.

Referencias: